El autodenominado "mejor entrenador" del mundo tiene nuevo equipo.
José Mourinho, exentrenador del Manchester United y del Chelsea, firmó con el Tottenham Hotspurs, de donde fue despedido el argentino Mauricio Pochettino para dejarle paso.
El portugués es un personaje controvertido. Algunos lo acusan de arrogancia, pero él sostiene que solo dice la verdad llamándose a sí mismo "the special one" (el especial) y "uno de los mejores gerentes del mundo".
No cabe duda de que Mourinho ha tenido una carrera exitosa. Como dijo el presidente de los Spurs, Daniel Levy: "Ha ganado en todos los clubes que ha entrenado".
En su carrera, ha ganado 25 títulos, incluidas dos Ligas de Campeones, tres de la Premier League y otros trofeos en Portugal, España e Italia. Ha entrenado dos temporadas al Chelsea, ha dirigido el banquillo de Manchester United, Inter de Milán y Real Madrid.
Rodeado de polémicas
Pero su figura no ha estado exenta de polémica y los percances y enfrentamientos también acompañaron su trayectoria.
Una de sus incidentes más notables ocurrió cuando en 2011, como entrenador del Real Madrid, le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova cuando este era asistente del entrenador del Barcelona Pep Guardiola. Luego se negó a disculparse, diciendo que estaba defendiendo los intereses de su equipo.
Después, mientras estaba en el Chelsea insultó a una doctora (llamándola "hija de p***") por correr al campo para atender a un jugador lesionado.
Fue despedido por el Manchester United en diciembre pasado cuando el club estaba a 19 puntos del líder de la liga, el Liverpool y, a pesar de las ofertas de China, España y Portugal, no ha dirigido a otro equipo desde entonces.
El legado de ‘Poch’
Con su contratación, el argentino Pochettino vio la puerta de salida, después de cinco años y medio en el puesto.
Antes de ser entrenador, Pochettino jugó como central en el Paris Saint-Germain FC y el RCD Espanyol de Barcelona. También jugó con la selección de Argentina en la Copa del Mundo de 2002.
A los 34 años, se retiró y asumió los roles de entrenador en el Espanyol y en el Southampton inglés antes de unirse a los Spurs en mayo de 2014.
Hasta esta temporada, su gestión fue impresionante. El equipo terminó constantemente entre los cuatro primeros en la Premier League y llegaron a una final de la Champions League por primera vez en la historia del club. Es un momento que los fanáticos del Tottenham -como yo- recordarán para siempre.
Tienen un nuevo estadio y campo de entrenamiento de US$1.300 millones, un registro europeo y un equipo enormemente talentoso.
Lo que Mourinho tiene en 'autoconfianza', Pochettino lo tiene en superstición. Es conocido por ser superpositivo y seguir una serie de rituales, como tener un tazón de limones en su oficina para absorber la energía negativa. También se sabe que prohíbe a su esposa asistir a los juegos, ya que podría perjudicar al equipo.
Favorece un estilo de ataque y ha demostrado una dedicación con el desarrollo del talento local de las academias juveniles del club, y algunos de sus jugadores fueron seleccionados más tarde para el equipo nacional inglés. Su hijo incluso ha estado jugando con la Sub-18 la temporada pasada.
Su legado lo considera uno de los mejores del Tottenham, pero esta temporada ha sido una historia diferente.
Sin una victoria en sus últimos cinco juegos, el equipo cayó al puesto 14 en la Premier League, colocándolos a solo seis puntos por encima de la zona de descenso. También fueron derrotados infamemente 7-2 en casa por el Bayern Munich en la Liga de Campeones.
Y aún no ha ganado ningún título como entrenador.
Aún así, el Tottenham Hotspur Supporters Trust había dicho que "muchos fanáticos pensaron que 'Poch' se había ganado el derecho" de tratar de cambiar la forma del equipo y muchos se preguntan si Mourinho va a tener más suerte.
Tiene exigencias caras y el Tottenham no está acostumbrado a gastar tanto dinero en jugadores como suele querer Mourinho. Además, los fanáticos han expresado su preocupación por cómo Mourinho y el club trabajarán juntos, así como por la decisión de cambiar de manager a mitad de la temporada.