La Federación Mexicana de Fútbol firmó un convenio con el gobierno nacional para realizar un diagnóstico de los problemas de racismo y discriminación que existen en el fútbol local para crear una estrategia adecuada que ayude a erradicar esas conductas de los estadios mexicanos.
El acuerdo entre el gubernamental Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y la FMF fue anunciado el miércoles.
El CONAPRED ha intervenido en varias ocasiones en temas relacionados con el fútbol, varias veces por gritos racistas proferidos entre jugadores dentro de la cancha, la más reciente en 2015.
“Si el fútbol es sinónimo de juego limpio, trabajo en equipo, promoción en la salud física, también tiene que ser sinónimo de igualdad pluralidad y cohesión social”, dijo Alejandra Haas, directora de la CONAPRED. “Acompañaremos a la FMF en el diagnóstico y la creación de una estrategia para tener un fútbol incluyente, además de brindar asistencia técnica y capacitación para combatir los estereotipos y estigmas que alimentan la exclusión”.
La federación anunció recientemente una campaña que va encaminada a terminar con un grito homofóbico cuando el portero rival realiza un despeje y que ha provocado 14 sanciones de parte de la FIFA.
A partir de la 15ta fecha del torneo Apertura, los árbitros de la liga mexicana podrán detener un partido cada vez que se escuche la expresión y en caso de reincidencia se detendría el encuentro por un lapso de hasta 10 minutos. Si los aficionados continúan con las manifestaciones, el equipo local jugará a puerta cerrada su siguiente encuentro como anfitrión, según la determinación tomada hace dos semanas.
“Esto es parteaguas para la consolidación del esfuerzo para promover la diversidad y lucha en contra de la discriminación en el fútbol mexicano”, dijo Federico Addiechi, jefe de responsabilidad social corporativa de la FIFA. “Es importante la incorporación de expertos en el tema para fomentar la diversidad y la inclusión, por eso estamos ilusionados con apoyar ambas organizaciones en este caso tan importante”.
Entre los casos en los que CONAPRED ha intervenido en los últimos años se recuerdan los gritos de ‘mono’, ‘esclavo’ y ‘simio’ proferidos por Marco Palacios y el paraguayo Darío Verón en contra del panameño Felipe Baloy en un partido entre Pumas y Santos en el 2010. Verón también agredió verbalmente al delantero colombiano del América, Carlos Darwin Quintero, en las semifinales del Apertura 2015 al llamarlo ‘simio’.
Recientemente, el árbitro Adalid Maganda alegó que debido al color de su piel fue marginado de la máxima categoría por el presidente de la Comisión de Arbitraje, Arturo Brizio, quien meses después lo reinstaló en la planilla de jueces de primera división.
El fin de semana pasado, el entrenador del América, Miguel Herrera, lanzó una expresión homofóbica en contra del árbitro Marco Antonio Ortiz al finalizar un encuentro ante Cruz Azul por la 13ra fecha del Apertura. La Comisión Disciplinaria suspendió por cuatro encuentros a Herrera, aplicándose el actual código de sanciones.
El secretario general de la FMF, Iñigo Riestra, dijo que se revisarán los reglamentos para hacer ajustes y que en el futuro ese tipo de expresiones sean sancionados con más fuerza.
"En el tema específico de Miguel, se sancionó conforme a los reglamentos vigentes, estamos analizando muchos ajustes”, dijo Riestra. “Seremos enfáticos y buscaremos la forma de hacer más duras las penas”.
Fuente: AP