ELKIN SOTELO C. @Elkinsot_DT
Como se sabe, todo se inicia con la victoria de Florentino Pérez en las elecciones del Real Madrid en el 2000. El presidente blanco ingresó con la obsesión de hacer de su club la mejor pasarela para las estrellas de firmamento futbolístico y los mundiales eran el escenario más apetecible para ir de compras.
Al término del mundial Corea-Japón 2002, Florentino sacó la billetera y pagó 45 millones de euros por llevarse al brasileño Ronaldo que había sido el Balón de Plata y la Bota de Oro en el mundial por los 8 goles que había anotado. En dicho mundial el 'Fenómeno' había sido la gran estrella, a pesar de que la FIFA le decidió dar el premio mayor al golero alemán Oliver Kahn.
Cuatro años después, al término de Alemania 2006, Real Madrid fichó en 15 millones de euros al zaguero italiano Fabio Cannavaro, Balón de Plata del mundial. Italia había sido campeón por las cualidades de este capitán, aunque la FIFA, en un gesto nostálgico, le dio el premio de oro a Zinedine Zidane. Pero Real Madrid ya tenía a dicho jugador en sus filas, así que se compró al back para tener cartón lleno.
Para la siguiente Copa del Mundo, el golpe de los madridistas fue la contratación del alemán Mesut Özil, quien a sus 20 años fue considerado entre los 10 mejores jugadores del mundial de Sudáfrica. Alemania culminó en tercer lugar y el delantero había brillado y anotado uno de los mejores goles (contra Ghana). La operación se cifró en 15 millones de euros por un contrato de cinco temporadas.
Hoy el Real Madrid se lleva a Toni Kroos por un estimado de 25 millones de euros, tras ser el mejor jugador de Brasil 2014, según el índice de rendimiento Castrol FIFA. Además, tendría asegurado y Keylor Navas por 10 millones de euros y está en vías de jalarse a un verdadero galáctico revalorizado en el mundial: James Rodríguez.