Era Maradona al revés.
Si Diego era un hombre de izquierda, él apostaba por otro tipo de política. Se trata de Roberto Baggio, el mediapunta italiano de pie derecho que llevó a la final del Mundo a su selección en Estados Unidos 94 y que justo en el penal decisivo, el quinto, cuando Brasil ganaba 3-2 en la definición, la mandó afuera. Y el Scratch fue campeón.
Hoy que es su cumpleaños número 47 el mundo recuerda su hidalguía, a 20 años de ese penal errado. Su hidalguía y el Budismo, la religión que profesa desde que se retiró.
En 2011 vino a Lima y le contó esto a El Comercio, sobre la vida posterior a ese penal: "No, eso no me va a pasar nunca y no lo voy a superar. Sufrí, pero la vida tiene que seguir adelante. Los comerciales de TV que grabé (para Johnnie Walker) me ayudaron, digamos, a superarlo. La vida sigue. No acaba con el fútbol"
Tres mundiales, un Balón de Oro, 453 partidos de Liga y 205 goles después, el último '10' italiano llegó a Lima entonces a mostrarnos que sí se puede vivir después de una derrota.