Mikel Oyarzabal concretó la primera anotación desde los doce pasos en favor de la Real Sociedad vs. PSV por la fecha 6 del Grupo B de la UEFA Europa League en el Reale Arena.
Dos goles de Mikel Oyarzabal, el primero de penalti, y otro en el tiempo añadido de Alexander Sorloth acabaron con la resistencia de un PSV Eindhoven al que le valía el empate en el Reale Arena, pero que sucumbió con claridad (3-0) para dejar expedito el camino a los dieciseisavos de final de la Liga Europa a un conjunto donostiarra brillante.
El partido transcurrió bajo una lluvia incesante que condicionó su desarrollo. La Real se adaptó mejor y trató de inquietar al guardameta Drommel, pero el PSV, al que le valía el empate, tampoco sufrió en esos minutos iniciales en los que la Real echa el resto.
El primer susto para los neerlandeses llegó al cuarto de hora, en una conducción de Portu, que no vio solo y desmarcado a Oyarzabal y desperdició una gran ocasión para adelantar a su equipo, aunque sirvió para asustar a un PSV que andaba crecido por el césped de Anoeta.
La siguiente oportunidad ya fue más clara, la generó Aihen Muñoz al robar un balón a Mario Götze y los donostiarras montaron una contra fulgurante que dejó a Isak en un mano a mano contra Drommel, en el que ganó el guardameta neerlandés.
Gapko dio respuesta en la acción siguiente para una buena intervención de Remiro con el partido muy abierto, luego llegó otro sobresalto para los de Roger Schmidt, en un nuevo cara a cara de Portu con Drommel que no encontró objetivo y, antes del descanso, el exrealista Bruma envió un remate al larguero en una primera mitad magnífica de ambos equipos.
Lo mejor estaba por llegar para el conjunto vasco y se produjo a punto de retirarse a vestuarios. Una clara mano de Mwene sancionada con penalti fue convertida con su precisión habitual por Mikel Oyarzabal, que se reencontró con el gol más de dos meses después y dejó el pase a dieciseisavos encarrilado para la Real.
El equipo español, con el viento a favor de este resultado, se hizo más práctico durante la segunda mitad, dejó jugar a un PSV que daba muestras de nerviosismo a la espera de poder rematar el partido a su favor y Oyarzabal no perdonó en la primera que tuvo para castigar con un impecable zurdazo, asistido por Zubimendi, un error grueso de Gutiérrez.
La Real respiró tranquila, el conjunto neerlandés no daba ya una a derechas y encima vio cómo una acción inocente de Sangare le costaba la roja y con un jugador más el equipo blanquiazul vivió una de sus noches europeas más tranquilas, que cerró con un estupendo remate el noruego Alexander Sorloth.
Con información de EFE