Caer goleado 7-1 en el global de la final ante Sporting Cristal, un punto y solo un gol en la Copa Libertadores, así como no haber ganado ningún torneo en la copa Movistar, serían motivos suficientes para catalogar este 2018 como un año desastroso para Alianza Lima. Pero no todo fue negativo, pues el club íntimo jugó de acuerdo a sus posibilidades, tanto económicas y de plantilla.
Han sido dos años en los que Alianza Lima cambió y se convirtió en protagonista del campeonato peruano. Desde 2006 hasta 2016, los blanquiazules habían llegado a dos finales (2009 y 2011), mientras que siete años fueron para el olvido. La presencia de Pablo Bengoechea en el equipo ha sido trascendental ya que logró una estrella después de 11 años y devolvió la confianza al equipo. Si bien su juego ha sido criticado por muchos amantes del pase corto y verticalidad, los blanquiazules disputaron los Playoff (semifinal y final) a pesar de contar con un plantel muy por debajo del coste de Melgar y otros clubes.
Según Transfermark, Alianza Lima tiene la cuarta plantilla más cara del fútbol peruano (6,53 millones de euros); detrás de los arequipeños (8,65 millones), Universitario de Deportes (7,8 millones) y Real Garcilaso (6,95 millones). El nuevo campeón nacional es quinto con 6,45 millones.
La dirigencia victoriana para esta temporada decidió reducir el presupuesto y concentraras en pagar la deuda pendiente con sus acreedores, entre ellos, la SUNAT. Así, pasó de 6,98 millones de euros a 6,53, lo que significa una reducción de 450 mil euros. Ello significó las salidas de Luis Aguiar, Alexis Cossío, Lionard Pajoy, Germán Pachecho, Paolo de la Haza, Gabriel Leyes (fin de contrato a mitad de año). Por otro lado, se dieron las llegadas de Tomás Costa, Maximiliano Lemos y Gianmarco Gambetta, sin contar la de Mauricio Affonso.
Está clarísimo que el proyecto de Alianza Lima es generar liquidez y ser un club serio, para evitar los errores del pasado. Para eso tiene contrato con cinco sponsors para la siguiente temporada. Además, ha generado liquidez después de muchos años. El plan de la dirigencia es librarse de ese paquete pesado que viene cargando desde hace mucho para comenzar a invertir en lo que en verdad es un club.
Alianza Lima es un club que se encuentra en proceso de reestructuración por el mal manejo de sus dirigentes desde hace años. Con Pablo Bengoechea fue campeón en 2017 y sub campeón en 2018. Clasificó a la Copa Libertadores dos veces consecutivas, algo que no conseguía desde 2010 y ello significa una ganancia monetaria importante para mejorar la situación institucional.
Sea irregular, Alianza luchó hasta el final y en algunos tramos fue muy efectivo. Los cambios los decidirá la administración, que por ahora viene cumpliendo deberes en lugar de contrataciones estratosféricas. Si esto no les gusta a los hinchas, mejor miren hacia otro lado.
Si Alianza llegó hasta donde es en gran parte gracias a Pablo Bengoechea. Con un plantel sin jugadores de selección, sin grandes contrataciones, el ´profe’ “sacó petróleo” y volver a poner a los íntimos en el podio del campeonato nacional.