La Copa Movistar 2018 llegó a su fin y a falta de jugar los playoffs es bueno señalar algunas conclusiones para evitar los errores de hoy en el mañana. La próxima edición del campeonato peruano tendrá 18 equipos y ya no 16 como viene siendo desde el año 2009, ello supone un verdadero reto, en cuanto a las instituciones, porque mantenerse en primera división es más difícil que antes. Lo han vivido este año algunos clubes, que, por diferentes motivos, fueron sancionados con puntos, cambio de sede e incluso impedimentos de contratación.
Me quedo con una frase del gerente general de Sporting Cristal, Carlos Benavides: “menos es más”; pues aún no estamos preparados para incrementar el número de clubes participantes.
Lo desnudó la última goleada de 8-0 de los celestes a Sport Rosario, un club prácticamente abandonado por su dirigencia, que, en base a pagos atrasados a sus jugadores, terminó de menguar la plantilla de un equipo protagonista en el Apertura y segundo lugar de su grupo en el Torneo de Verano. Ello mismo vivió Comerciantes Unidos, impedido por la Comisión de Licencias de ser local en Cutervo porque su estadio no reunía los requerimientos FIFA. La respuesta a ello fue jugar en Guadalupe y a la postre ser el peor equipo del descentralizado.
Universitario de Deportes, un club grande de Perú, también fue impedido de contratar por el mismo ente por mantener deudas tributarias. Esta resolución casi le cuesta la categoría.
El profesionalismo del fútbol peruano es una de las tareas pendientes para obtener mejores resultados en torneos internacionales, jugadores de nivel que triunfen en el extranjero y no todos los equipos pueden cumplir con estos requerimientos. Insisto con lo dicho por Benavides, pues Sporting Cristal es uno de los equipos con mejor manejo institucional durante años (pagos al día, sin sanciones ni pérdida de puntos) lo mismo con la Universidad San Martín.
Aumentar el número de clubes en primera división significaría que sigan existiendo casos como el de Comerciantes Unidos, Sport Rosario, Deportivo Binacional, San Simón, Sport Loreto, entre otros, que terminan en el abandono e incluso desapareciendo.
La industria del fútbol en el Perú está en su menor tasa de crecimiento anual (3%) a comparación de Chile (7%) y Colombia (16%). Además, según datos de la FPF, el 70% de los ingresos de 10 clubes dependen de los derechos de televisión, ello supone una ausencia de socios, escasa taquilla y venta de jugadores.
Sería utópico pedir por ahora que nuestro querido fútbol peruano esté, en cuanto a organización, al nivel de las ligas europeas con varios torneos en el año y definiciones emocionantes, pero lo que sí se necesita para el próximo año es evaluar realmente si con 18 participantes se consigue una mejora en cuanto al profesionalismo, sino lo recomendable sería volver a tener 16 o quizás menos, como sucede en la Serie A de Ecuador, que solo cuenta con 12 equipos y un mejor nivel que el nuestro. Tan solo basta darle una mirada a las últimas Libertadores y Sudamericanas.