Una cosa es querer y otra poder. El caso Diego Forlán está en las redes. Lo anunció el gerente de Universitario y de inmediato acusaron de poco serios a quienes rebotaron en sus tapas la noticia. Aquí cinco razones objetivas que hacen complejo un pase de ese tipo. ¿Por qué no vendría al Perú, Forlán? Por esto. Léalo.
1) Porque a pesar que su actual equipo Cerezo Ósaka acaba de descender, su contrato con el club japonés vence en julio del 2015. Romper el vínculo a ese nivel no suele ser fácil. Además, percibe 50 mil dólares al mes. En Universitario actual no existe base económica para igualar cifras así. No sin sponsors.
2) Porque Peñarol, club del cual es hincha, también lo pretende. Además, su padre Pablo, es otro hincha acérrimo. En su declaración El Observador, Diego Forlán fue clarito: “en Sudamérica solo jugaría en Peñarol”. Hizo inferiores ahí, pero nunca lo defendió en Primera. Es una deuda pendiente.
3) Porque la ‘U’ requiere de fuertes auspiciadores que hagan posible traer al crack uruguayo. Se hablaba de cuatro y ayer su gerente Jorge Vidal anunció que se necesitarían seis. Querían que sea imagen de un banco y una cerveza. Pero si aún no tienen el dinero, ¿es lógico que anuncien su interés?
4) Porque también tiene un oferta de un club de la MLS de la liga estadounidense que es mucho mayor que la del Peñarol y la que propondría la ‘U’. Forlán jugó en Independiente, Manchester, Villarreal, Atlético, Inter de Italia y de Brasil. Ha estado en equipazos y su tendencia es a seguir en grandes ligas.
5) Porque es indudable que el campeonato peruano, con clubes sin mayor arraigo y peores económicas, además de canchas en mal estado, no son atractivas para quien fue figura de Uruguay en el Mundial de Sudáfrica (obtuvo el Balón de Oro), y además dos Botas de Oro en dos temporadas jugando en Europa.