El futuro de Alianza Lima para lo que resta del 2014

El título del Torneo del Inca es el respirador artificial que mantiene a Guillermo Sanguinetti en Alianza Lima, aunque esté desahuciado. La formación empresarial de Susana Cuba se terminará por imponer sobre su minúsculo conocimiento futbolístico y no resolverá un contrato que tenga con el uruguayo en favor de intentar con un nuevo entrenador que llegue y también sea un albur.

Así es que Alianza seguirá jugando al estilo del charrúa, quien tendría que tomar alguna decisión rotunda para salvar su pellejo; romper los códigos del fútbol y entregar las cabezas de algunos jugadores que no dieron la talla y que realmente se aburguesaron con el titulo de verano. Cosa que difícilmente pasará.

La preocupación de Susana Cuba siempre ha estado en las finanzas de club, su fuerte, y no en el sentido futbolístico ni camino deportivo de la institución. Como no tiene trato con gente de fútbol -solo Sanguinetti- confió en un par de socios con contactos en el exterior que fueron perfilando el actual y excesivamente discreto plantel blanquiazul.

Estos socios decidieron por Sanguinetti a pesar de su poca trayectoria y su discurso pragmático. El fútbol básico de correr mucho, presionar y tirar centros solo apareció interesante cuando los jugadores estaban al 100% en lo físico. Coincidió con el gran momento de Forsyth, los tiros libres de Trujillo, los penales de Ibáñez y los cabezazos de Guevgeozián. Pero no existía un andamiaje sostenible en el tiempo. Dicha estructura estaba expuesta a desaparecer con el mínimo resfrío.

EQUIPO ESTÁTICO

Al perder rigor de entrenamiento y terminar la racha positiva de los arriba mencionados, no quedó nada. O sí: un equipo estático, de elementos sin gracia y ningún jugador que pueda inventar fantasía cuando el sistema no funciona. Alianza es predecible y lo que resulta es que no causa ningún daño. Menos a nivel internacional.

Es justo precisar que en la actualidad las canteras de Alianza están depredadas y aquel talento innato propio de los blanquiazules es casi inexistente. La esencia de ese fútbol ha desaparecido, entre otros factores, por el huracán Alarcón que dejó en la miseria a esa área del club. La captación y entrenamiento de pequeñas joyas ahora pasó a ser inquietud de clubes como EGB, San Martín o el Cantolao de siempre.

¿Qué puede pasar en el Clausura? El milagro sería que tanto haya dolido el fracaso en la Sudamericana en los jugadores que regresen a su mejor estado físico y a la conciencia de que solo con sacrificio extremo pueden estar por encima de sus rivales. Que la llegada de Christian Cueva signifique el desequilibrio que necesita el equipo con un hombre de gambeta y que genere peligro en el área rival y muchas faltas a favor.

Caso contrario, sucederá lo natural. El 2014 llegará a su fin con un equipo que peleará con angustia por quedar entre los 8 primeros para no perder su clasificación a la Copa Libertadores 2015 como Perú 3. Llegará el fin del campeonato sin el título y con el término del contrato de Sanguinetti, sin pena ni gloria. Y luego a buscar su reemplazo con el mismo método y presupuesto. Eso no es ambición.