Definitivamente, el ganador fue Manuel Burga. Aquí las razones del por qué el hasta hoy mandamás del fútbol peruano cerró el día con una sonrisa.
1. Porque sobrevivió a la tacha del Comité Electoral con el apoyo de 36 votantes (se abstuvieron Juan Aurich y San Martín; y San Simón no votó por llegar tarde). ¿Cómo así sucedió eso? De hecho, Burga controló la parte de los votos de la Asamblea de Bases que lo apoyaban, y Agustín Lozano, el otro candidato inhabilitado hasta hoy al mediodía, al otro 50% para anular las elecciones.
2. Porque en el escenario actual era muy probable que Burga pierda en la elección y deje de ser presidente tras tres mandatos consecutivos. En ese sentido, Manuel Burga gana más que Lozano –el otro tachado–. Antes de fin de año deberán ratificarse las tendencias electorales: o gana Lozano o Burga se queda cuatro años más (sumaría 16 en total)
3. Porque la tacha de la Asamblea de Bases al Comité Electoral presidido por José Luis Noriega le permitirá a Burga presentarse a las próximas elecciones presidenciales.
¿Y los perdedores de la contienda? Freddy Ames y José Luis Noriega.
Ames porque más allá de los minutos de fama –dijo que quería a Luxemburgo, Pinto o Simeone para técnico la selección mayor–, perdió ante la Asamblea de Bases (los clubes y las Departamentales le dieron la espalda), en la que no tenía ni un solo voto. Ni uno solo.
Y José Luis Noriega pierde éticamente, debido a que lo destituyeron y tacharon los mismos que lo habían designado. Prácticamente, los 35 representantes le dijeron que su interpretación para la tacha de ambos candidatos fue errada. Le costó caro estar sujeto a la ley.