Paolo Guerrero se ha convertido en un personaje mediático que sus tiempos libres los dedica al fútbol. Por lo menos en los seis últimos meses. Su perfil sulfurado y sus gestos irritables revelan a un decano de las peripecias. Sin embargo, esta última controversia con César Vallejo lo pesca en una etapa crucial en su vida profesional, más cerca de los 41 que de haber cumplido los 40 años, y con una agudizada obsesión por reinventarse a cuestas de incumplir un acuerdo laboral y de decirle adiós al salario más alto en la historia del fútbol peruano. ¿Qué hay detrás de esa angustia por desvincularse del cuadro poeta con prontitud, cuál es el camino legal que le espera y por qué es poco probable que la disputa llegue al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS)?
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Para comprender mejor el contexto y las circunstancias que definen las implicancias legales del caso Paolo Guerrero, conversamos con Juan Baldovino, abogado de la Agremiación de Futbolistas. Además, sumamos una segunda mirada en legislación deportiva con el argentino Marcelo Bee Sellares, abogado especialista en derecho deportivo. Y finalmente, a fin de construir un entendimiento más amplio sobre las repercusiones y posibilidades en cuanto al futbolista como imagen y producto comercial, que bastante tiene que ver en los intereses económicos, trazamos un posible escenario junto a Eduardo Flores, una de las voces más sólidas del marketing deportivo en el Perú.
Guerrero y los escenarios
Según el último anuncio formal de la Universidad César Vallejo, Paolo Guerrero habría comunicado a la directiva su intención de rescindir de manera unilateral su contrato. Esto implica que el futbolista asuma las obligaciones correspondientes de corte económico y que incluyen las penalidades suscritas en el contrato entre el club y el jugador. El siguiente paso es que Paolo acepte el pago sujeto a decisión por parte de la institución. De no mediar acuerdo, será la Cámara de Conciliación y Resolución de Disputas de la FPF el ente responsable de resolver la disputa.
“No es a qué instancia puede apelar Paolo. Si Paolo está renunciando, va a seguir un procedimiento, ese procedimiento toma un tiempo y después va a presentar una solicitud, una vez que venza el plazo legal del procedimiento que ha iniciado de renuncia, va a presentar una solicitud a la Cámara de Conciliación y Resolución de Disputas de la FPF, para que inscriban su fenecimiento contractual, su termino de contrato con Vallejo, una vez inscrito, Paolo puede jugar en cualquier club peruano siempre y cuando el libro de pases no haya cerrado”, explica Baldovino, abogado de la Agremiación de Futbolistas.
El abogado advierte que para que esta salida se concrete, es crucial que Paolo llegue a un acuerdo amigable con Vallejo, puesto que si esta alternativa no procede, el futbolista tendría que informar de su renuncia, que según la ley laboral implica un procedimiento legal con una anticipación de 30 días. Es decir, está con el tiempo justo para lograr una liberación y poder fichar por otro club del fútbol peruano, dado que el libro de pases del medio local cierra el próximo 31 de agosto.
Al respecto, Marcelo Bee Sellares, abogado especialista en derecho deportivo, añade que podría darse el escenario en el que Paolo juegue por otro equipo en tanto, de forma paralela, se resuelve la disputa con Vallejo. “El jugador puede rescindir unilateralmente sin justa causa el contrato, y jugar en otra institución mediante una habilitación provisoria que le otorgue la Federación Peruana de Fútbol porque hay un derecho al trabajo que está por encima de todos”, advierte.
Bee Sellares resalta que en ese caso, sería Vallejo el que terminaría ganando la disputa. “Ahora bien, ante una situación así, la universidad le iniciaría una demanda laboral que seguramente tendría un resultado positivo atento de que la universidad le mantiene el salario al día al jugador, de lo contrario tiene la posibilidad de, a fin de año, en diciembre, tener una salida mediante una notificación, eso está en el contrato”, sostiene el argentino.
La opción del TAS
Respecto a la posibilidad de acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo, Baldovino es enfático y aclara que la disputa que protagonizan Paolo y Vallejo no es de jurisdicción del TAS. “El TAS no tiene nada que ver. Según los modelos de contrato que se utilizan en el Perú no está considerada la jurisdicción del TAS. Acá la jurisdicción para cualquier controversia es la Cámara de Conciliación y Resolución de Disputas de la FPF, hasta donde tengo entendido, al ser un contrato tipo, ese es la jurisdicción a la que se someten las partes en caso de controversia, además porque así lo establece el estatuto de la Federación Peruana de Fútbol. La Cámara es la que resuelve cualquier controversia que haya de manera contractual entre un club y un futbolista”, detalla.
Eso sí, el experimentado abogado aclara que existe una salvedad por la que el Depredador podría apelar al Tribunal con sede en Lausana, Suiza: “El TAS no es competente para ver casos peruanos, salvo que las partes lo hayan pactado expresamente, cosa que dudo y para confirmar eso tendríamos que ver el contrato, pero sin ver el contrato te puedo decir que el modelo de contrato que se usa en el Perú no contempla la jurisdicción del TAS”.
Bee Sellares coincide con Baldovino respecto a la imposibilidad de acudir al TAS como mediador de la disputa, aunque hace una salvedad que podría ser decisiva en las negociaciones: el escenario cambia si el futbolista busca liberarse para fichar por un equipo extranjero. “El modelo de contrato de Paolo es el mismo contrato que utilizan los mil futbolistas del Perú, es un modelo único, ahí no está contemplada la jurisdicción del TAS ni la FIFA ni nada, acá el TAS no tiene nada que ver. No sería viable acudir al TAS porque estaríamos hablando de que Paolo jugaría en otro club de la Federación Peruana, es decir es una transferencia nacional; salvo que Guerrero rescinda y vaya a jugar a un club nuevamente del exterior, en ese caso sí se podría entablar una demanda en FIFA y eventualmente una apelación en el TAS”, aclara.
¿Cuál es el mejor escenario para ambas partes? Parece una obviedad, pero resolver la disputa de manera amigable parece ser la fórmula mágica para que ambos se ahorren mucho dinero. “El mejor escenario es que club y jugador se pongan de acuerdo y rescindan de mutuo acuerdo, es el mejor escenario para ambas partes. Porque tener un jugador que no quiere jugar y tener que pagarle un salario elevado indudablemente que tampoco es beneficioso para la universidad”, sentencia el también especialista en derecho administrativo.
Qué hay detrás de la urgencia
Para Eduardo Flores, referente del marketing deportivo en el Perú y CEO de la agencia Toque Fino, el comportamiento de Paolo Guerrero en esta controversia con el cuadro poeta necesariamente responde a un siguiente paso ya planificado por parte del futbolista y el entorno que gestiona su carrera deportiva. “Es una situación que Paolo ya debe haber pensado. Es un deportista que ha tenido una carrera brillante, en ese sentido Paolo ya es un jugador grande y sabe qué riesgos o oportunidades tiene, definitivamente él ya no quería continuar en Vallejo”, comenta.
Flores agrega un posible paso no calculado, debido a la forma en que últimamente se ha manejado el Depredador: “Estos detalles que finalmente son muy importantes, suele ser la gente que los representa o el manager, la gente que piensa en los diez escenarios que pueden pasar, y a veces a Paolo le gana esas ganas o interés de poder manejarlo solo, recordemos que el último contrato lo vio él directamente con su mamá y obviamente esto hace que estas cosas puedan pasar. Sería una pena porque, yo no quisiera que sea el fin de Paolo, pero en todo caso Paolo evaluará y definirá porqué está haciendo esto.
Según Eduardo Flores, queda claro que esta repentina posición de Paolo por irse de Vallejo es motivada por una propuesta de otro club, con lo que se descarta algún escenario en el que Guerrero se decante por el retiro. “Yo estoy convencido de que si está haciendo todo esto es porque atrás tiene una oferta que no la ha querido comentar, porque tiene miedo que esto se queme. Veremos qué pasa en los próximos días. Creería que todo este esfuerzo y todo estos riesgos que está corriendo Paolo es porque atrás hay un club interesado en sus servicios”, sentencia.
Finalmente, supone que ya con 40 años, Guerrero está priorizando su carrera deportiva más allá de las consecuencias a nivel comercial que pueda generarle esta controversia e incluso el haberse negado a jugar en pleno partido de la Liga 1. “No sé realmente si es que Paolo esté pensando ahorita en el tema publicitario, imagen o de reputación, para él ahorita lo más primordial es el tema deportivo y en ese sentido habrá que ver en qué depara o en qué termina esto. Él es un deportista por el que las marcas se han peleado mucho, pero creo que cada cosa tiene su momento, si me preguntas ahora, quizá lo último que le interesa sea el tema comercial o publicitario, el lo que quiere es jugar, estar contento, dar su ultimo esfuerzo en su ultimo año e irse por la puerta grande”, sustenta.
En contraparte está la crisis inesperada de Vallejo, institución que apostó por el fichaje de una delas máximas figuras de la selección peruana en base a un plan deportivo y comercial que se ve anulado ante la decisión del futbolista. “No la está pasando para nada bien Vallejo, producto que desde que se informó a los patrocinadores la llegada de Paolo, todas las marcas hicieron un esfuerzo económico para ayudar al club a tener el dinero suficiente para alcanzar las pretensiones del jugador. Ahora que ya es un hecho que no va a continuar, el club tiene que renegociar con todas las marcas, cuando un club hace una proyección, este equipo de cosas te malogra tu plan”, finaliza Eduardo Flores.