Hay que desempolvar todos los libros de estadísticas para revisar cuándo fue la última vez que, en el fútbol peruano, un líder era tan líder como lo es Universitario de Deportes en este momento. Solo en este siglo, ni la ‘U’ de Reynoso ganando cuatro clásicos en el 2009 caminaba con tanta solvencia, o el Sporting Cristal de Mosquera y su fútbol vistoso, o quizás, el sello charrúa de Bengoechea para el título aliancista del 2017 ganando el Apertura y el Clausura en conjunto. Los siete puntos de ventaja en la Liga 1 que llevan los cremas son fruto de un trabajo que inició en diciembre pasado y resistió el huracán de la cuarentena, y que ahora tiene como misión sostener ese liderato hasta conseguir salir campeón nacional. Con esta comodidad de clavos, la ‘U’ juega este viernes con el ‘feeling’ de su historia. En el Estadio de San Marcos, feudo universitario donde nació, se enfrentará a Ayacucho FC en un recital de nostalgia.
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El anuncio se realizó el lunes pasado por la noche. El llamado Coloso de América se unirá a los estadios limeños que reciben a la Liga 1. El primer partido que tendrá será el escenario universitario será el UTC contra Cantolao el jueves 17 de setiembre (1:00 p.m.). Ese mismo día, se enfrentan Vallejo y Sport Boys en el mismo local (3:30 p.m.). El viernes 18, en tanto, Carlos Stein y Atlético Grau abren la jornada (11: a.m.), luego chocan Melgar contra San Martín (3:30 p.m.) y finalmente, Universitario -puntero con 25 puntos- se medirá ante el cuadro ayacuchano buscando alargar su ventaja con sus escoltas (UTC, Sport Huancayo, Binacional, Alianza Universidad y Ayacucho FC), que suman 18 unidades cada uno.
A menos de un año de su aniversario número 70, el estadio de San Marcos será escenario de un partido oficial de Universitario. Ya desde el 2019, el club había registrado esta cancha como una de sus sedes alternas, en un convenio con la UNMSM, que tenía ideado unn partido inaugural tras su remodelación el año pasado con el equipo crema. Solo la pandemia y la nueva organización de la Liga 1 va a permitir el reencuentro de los merengues con su alma máter.
Historia universitaria
Ahí, entre sus paredes, cuando aún solo vivían en la sede de La Casona universitaria del Centro de Lima, alcanzó con una o muchas pláticas entre José Rubio Galindo (estudiante de Letras) y Luis Málaga Arenas (estudiante de Medicina) para construir la idea de una institución firme que represente a San Marcos en el juego del balón. Se unieron muchos más estudiantes para dar la contra a sus maestros que no venían con buenos ojos la práctica del fútbol. Según Luciano Rico Molina (2001), “los maestros de aquella época no veían con buenos ojos que los jóvenes alumnos dediquen varias horas de su tiempo en hacer deporte, pues consideraban que ello iba a ir en desmedro de su rendimiento académico”. Sin embargo, las cartas estaban echadas. La 'U' no iba a tardar en nacer como una idea de rebeldía sanmarquina.
El 7 de agosto de 1924, pasando la hora del té, en la calle Juan de la Coba 106 nació la 'U' como la Federación Universitaria de Fútbol. Letras, Medicina, Ingeniería, Agronomía y Educación; era San Marcos. Cómo no entender a la 'U' como uno de los clubes más grandes del Perú sin reconocer que sus fundadores eran el futuro del país. Plácido Galindo, Rafael Quirós, Eduardo Astengo, Mario de las Casas, Pablo Pacheco, Alberto Denegri, Luis de Souza Ferreira, Andrés Rotta, Carlos Galindo, Francisco Sabroso, Jorge Góngora, Carlos Cillóniz. Nombres que han escrito las primeras páginas gloriosas del fútbol sanmarquino con la camiseta de Universitario.
Fue reconocido como institución y como liga. Es decir, los primeros años la 'U' fue un campeonato entre las universidades. Hasta que en 1928 la Federación Peruana de Fútbol (FPF) invitó a la entonces Federación Universitaria a jugar en Primera División. Llegó en aquel año y nunca descendió. Su debut auspicioso contra el José Olaya de Chorrillos -goleada por 7 a 1- fue solo el anuncio de lo que ya era la 'U'. Y para que las dudas se disiparan, el primer clásico contra Alianza Lima fue todo crema: 1-0 con gol de Pablo Pacheco. Celebraba San Marcos, celebraba el Perú. A bastonazos, dicen los libros de historia.
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En 1929 llegó el primer título nacional de Universitario como efecto de la gravedad. Aún gobernaba Augusto B. Leguía, circulaba el sol como moneda patria y San Marcos había perdido años atrás los derechos sobre los terrenos donde se llegó a construir el hospital Edgardo Rebagliatti. El viejo Estadio Nacional quedaba en Santa Beatriz y dos ideas nacían como el apuro de una capital que comenzaba a desbordarse: la capital necesitaba un estadio de primer nivel, a San Marcos le urgía una ciudad universitaria.
En paralelo, en el Mundial de Uruguay 1930, el sanmarquino Luis de Souza Ferreira anotaba el primer gol de Perú en los mundiales. Luego, en los meses siguientes, entre la Federación Universitaria de Fútbol y la universidad se abría un abismo y los merengues acogieron el nombre de Universitario de Deportes. Esa distancia se acortó con los años y este viernes desde las 6:00 p.m. tendrá noventa minutos entre la 'U' y Ayacucho FC.
El Coloso sanmarquino
Se puede decir que donde queda hoy la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) mucho antes llegó el fútbol. Hacia finales de la década del treinta, el título sudamericano de la selección peruana avivó el patriotismo de buscar construir un estadio a la orden con lo que vivía Sudamérica. Existía, hasta entonces, el Centenario de Montevideo, sede del Mundial Uruguay 1930. El proyecto inicial llamó Estadio Monumental a la nueva sede que reemplazaría al viejo Estadio Nacional en Santa Beatriz, con capacidad para 15 mil espectadores sentados.
Según Mario Miguel Meza Bazán, en una investigación ordenada por la misma UNMSM y publicada en el 2010, “la Comisión Pro‑Estadio demoró tres años para proponer dónde construir el nuevo estadio. Este se situaría entre las principales vías de conexión de Lima al Callao, es decir entre las avenidas Progreso (hoy Venezuela) y Argentina. Para ello la comisión propuso expropiar la zona perteneciente a los fundosAramburú, Rosario y Concha. Para ello (sic) se dio la Resolución Suprema 604, 14 de julio de 1941, con lo que se procedió a realizarlas expropiaciones”. [Publicado en Historia del Estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos]
“El Ministerio de Fomento a cargo de las obras inició su construcción según los planos aprobados por la ley de expropiación. Su presupuesto inicial era de 605 mil 546 soles y costearía el movimiento de tierras y la formación del campo deportivo, rampas de asentamiento de graderías, camino perimétrico y dos túneles para ingreso de atletas al campo deportivo. Este presupuesto inicial resultó insuficiente por lo que en 1944 se aumentó el presupuesto a 937 mil 145 soles, proyectándose construir además un nuevo túnel para el acceso de vehículos ambulancia al campo de juego”, cita la publicación.
Con los planos del estadio Monumental de River Plate, en Buenos Aires, como inspiración, se buscaba que la construcción tenga una capacidad para 60 mil, incluso se podría ampliar a 100 mil. Sin embargo, como el estadio se volvió un tema política, solo las decisiones de Estado permitieron avances y, luego, el olvido de las obras. Comenzó con el gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1939-1949) y dejó de importar cuando estaba en el poder José Luis Bustamante y Rivero (1945-1948). La construcción se paralizó cuando ascendió al poder Manuel Odría. Encima, se decidió que el antiguo estadio en Santa Beatriz era una mejor opción y, por lo tanto, el estadio de madera pasó a tener la primera opción y convertiría en una sede con fierro y concentro armado.
Aquí apareció en escena San Marcos, que reclamaba tener una ciudad universitaria. Por entonces, La Casona del Centro de Lima y una sede en la avenida Arenales eran las únicas propiedades de la Universidad, que había perdido derecho sobre los terrenos donde se construyeron el Hospital Edgardo Rebagliati. Tras muchas disputas e indecisiones del Estado, en mayo de 1950 se dedió que la UNMSM ocuparía los espacios donde se encontraba el estadio nacional inconcluso, además de otros fundos a su alrededor que completaron 68 hectáreas para la nueva casa sanmarquina.
A meses del cuarto centenario de la Decana de América, se decidió apurar ciertas obras importantes como la Biblioteca Central y culminar con la construcción del estadio. Entre octubre y febrero, se construyeron las tribunas del campo de fútbol sobre la Huaca Concha o Huaca de la Cruz, pertenecientes a la cultura prehispánica Maranga (200-600 a.C.).
“El domingo 13 de mayo de 1951 el Estadio fue inaugurado oficialmente en el marco de las celebraciones por el IV Centenario de la Universidad San Marcos ante diez mil personas. Hubo un programa cultural deportivo con desfiles de delegaciones atléticas de la Escuela Naval, de Aviación, Militar, Policial, del Colegio Leoncio Prado, de las escuelas e institutos de Educación Física, del Pedagógico Nacional, de Agricultura de la Universidad Católica y de Ingenieros, evento al que asistió el presidente Odría”, publicó El Comercio.
En setiembre de 1951, por acuerdo del Consejo Universitario, se hizo oficial el nombre de Estadio de San Marcos, dejando atrás su primer nombre: Estado Monumental de Lima. El estadio sanmarquino, entonces, fue sede de los partidos de primera división del fútbol peruano entre 1951 y 1952 mientras se culminaba el Estadio Nacional de la calle José Díaz. En enero de 1952, la 'U' perdió un clásico amistoso ante el eterno rival por 4-0.
Sin mayores protagonismos, la práctica del fútbol se alejó del Estadio de San Marcos. En la década del setenta, Alianza Lima firmó un convenio con la universidad para utiliar la sede, pero la oposición de los estudiantes universitarios impidió que suceda, aún con la promesa de mejoras. Los íntimos, finalmente, inauguraron Matute en 1974.
El estadio sufrió el golpe senderista en los años ochenta. Fue pintado con los símbolos terroristas, por lo que se convirtió en objetivo del gobierno de Alberto Fujimori, quien decidió darle una nueva reinaguración con obras entre 1993 y 1998. “El gobierno central recuperó entonces viejos proyectos y culminó obras inconclusas en la primera etapa de restauración del estadio: el cerco perimétrico, la boletería, el cerco olímpico, la red de agua y desagüe exterior. En la segunda etapa se llegó a cumplir hasta con un 80% de los trabajos del palco presidencial, el subcentro de prensa, la pista de acceso al campus universitario, los camerinos, el campo deportivo, la pista atlética, los pórticos de la explanada y las redes exteriores de agua y desagüe complementarios”, escribió Meza Bazán en su investigación de hace una década atrás.
“Nuevos aditamentos se hicieron en el Estadio San Marcos en su tercera etapa. Esta incluía terminar la construcción de la tribuna presidencial, siete módulos de servicios higiénicos, una zona de servicios para atletas, entrenadores y jueces, incluyendo el servicio médico, sólo faltaban los baños turcos. Se rehabilitaron las tribunas con separación enrejada de las zonas occidente,oriente, norte y sur, zonas para competencia atlética y una pista de carrera a la que le faltaba el revestimiento sintético. También se habilitaron espacios libres que lo circundaran para la evacuación rápida y segura, una plaza de estacionamiento e ingreso para 700 a 900 vehículos e ingresos peatonales entre las avenidas Venezuela y Amézaga, trabajos pendientes de realizar entre los años 1996 y 1998. El resto de la obra construida se remató con un magnífico servicio de alumbrado cuyas luces de 50 mil lúmenes, obtenida por una donación japonesa, que quedaron instaladas aunque no se hizo posteriormente un mayor uso de ellas”, agrega.
A inicios del siglo XXI, la universidad propuso al club Sporting Cristal utilizar la sede del estadio, pero no llegaron a un acuerdo final. Entre los años 2001 y 2011, el club Deportivo de la UNMSM jugó en Segunda División. Su mejor campaña la hizo en 2006, cuando fue subcampeón del torneo.
No sería hasta el 2016 que la UNMSM ofreció sus sedes al Comité Olímpico Peruano de cara a los Juegos Panamericanos Lima 2019. La remodelación total tuvo un presupuesto de 47 millones de dólares y fue entregada a inicios del 2019, cuando Perú fue sede del Sudamericano Sub 17 de fútbol. La nueva cara hizo que la universidad adoptara el nombre del Coloso de América en su campaña de publicidad.
El 1 de julio del 2019, Universitario y San Marcos firmaron un convenio de cooperación, investigación, deporte y cultura. El 7 de agosto siguiente, día del aniversario del club, el plantel visitó la sede de La Casona universitaria. Más de un año más tarde, el sueño de ver jugar a la 'U' en su casa será realidad. Uno de los hijos ilustres de la Decana pasará por sus pasillos intelectuales para confirmar con pasión que es más líder que nunca de la Liga 1.
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