Oksana en plena competencia en Stuttgart. (Foto; FIG)
Oksana en plena competencia en Stuttgart. (Foto; FIG)
Christian Cruz Valdivia

Cuando Oksana Chusovitina ganó su primera medalla olímpica no existían los celulares. Ahora, 27 años después, ella quiso deshacerse de estos aparatos por 24 horas. La gimnasta uzbeka vivió así el fin de semana en el cual se definía su clasificación a Tokio 2020.

Chusovitina tiene 44 años y el último sábado logró su clasificación para disputar Tokio 2020, los que serán sus octavos Juegos Olímpicos. Es la única gimnasta en alcanzar dicha cifra, además de poseer el registro de hacerlo con tres países distintos.

Oksana, nacida en Bukhara, territorio de Uzbekistán pero que pertenecía a la URSS, empezó en la gimnasia en la década de los 80 de siglo pasado en la Unión Soviética. Su madre no quería que practique este deporte. “Estaba preocupada por mí todo el tiempo. Pero yo quería demostrarle que no lo estaba haciendo en vano”, recuerda la atleta. En 1989 ganó el Nacional Junior y un año después se unió a la selección adulta.

Así, se presentó en Barcelona 1992 y logró la presea dorada en la competencia de equipo bajo la bandera de Equipo Unificado -ex URSS, que se había disuelto en 1991-. Su primera medalla olímpica. La actual figura de la gimnasia Simone Biles ni siquiera había nacido, tampoco nuestra representante Ariana Orrego, que compitió en Río 2016 y acaba de clasificar a Tokio 2020.

Fue el sistema de clasificación que favoreció tanto a nuestra compatriota como a Chusovitina, ya que ellas habían quedado en un inicio fuera de los 20 cupos de clasificación. Por eso tuvieron que esperar a que se definan los cupos. "Trataré de no estar nerviosa. Tal vez salga a caminar, no miraré la competencia, no pensaré en ello", declaró tras culminar sus competencias en el Mundial de Stuttgart. "Pero a veces voy a mirar mi teléfono", bromea. No quiere saber nada por 24 horas.

Oksana en competencia en Stuttgart. (Foto: FIG)
Oksana en competencia en Stuttgart. (Foto: FIG)

Pero finalmente las noticias llegaron y luego sacar de la lista a los países que ya habían clasificado por equipos logró un cupo para la cita olímpica, la octava en su carrera lo que hace recordar la frase de la famosa gimnasta de Estados Unidos, Shawn Johnson: "Ya nadie sabe cuántos años tiene, porque parece que ha estado en los últimos millones de Juegos Olímpicos".

Pero Oksana tiene 44 años. "Simplemente lo hago porque esto es lo que amo. Y siempre digo que si haces algo, pon tu alma y tu corazón en ello", aseguró tras su clasificación.

SU HISTORIA

En un deporte donde la edad promedio apenas alcanza los 20 años, incluso Nadia Comaneci se retiró a esa edad, Oksana vibra aún en las barras y salta con emoción sobre el taburete. Es una rebelde y agradecida en su deporte, como lo fue en la vida.

De familia cristiana, se casó con el luchador Bakhodir Kurbanov de religión musulmana. Con él, en 1999, tuvo a su hijo Alisher, a quien a los tres años le diagnosticaron leucemia, por lo que tuvo que mudarse a Alemania donde cada competencia a la que acudía era un poco más de vida para su hijo. "Si no compito, mi hijo no vivirá", declaró en su momento. También recibió ayuda de la comunidad de la gimnasia para el tratamiento.

Agradecida por el trato que recibió en Alemania, decidió competir bajo la bandera de ese país desde el 2004 hasta el 2012. Tres Juegos Olímpicos y la medalla de plata en salto en Londres.

Oksana en Beijing 2008. (Foto: FIG)
Oksana en Beijing 2008. (Foto: FIG)
Oksana con su medalla de plata en Londres 2012. (Foto: FIG)
Oksana con su medalla de plata en Londres 2012. (Foto: FIG)

Tras ello, decidió regresar bajo el manto de los colores de Uzbekistán. "Competí en siete Juegos Olímpicos. Gané una medalla de oro para la Unión Soviética, gané una medalla [de plata] para el país que me ayudó: Alemania. Pero nunca he ganado una medalla para Uzbekistán. Ese es mi sueño: una medalla olímpica para Uzbekistán", declaró en el 2016.

Oksana en Río 2016. (Foto: FIG)
Oksana en Río 2016. (Foto: FIG)

De hecho, tras los Juegos Olímpicos de Río pasó por su mente el retiro. Tenía 41 años, pero aún no cumplía ese reto. "Cuando estaba pensando en Río si retirarme o no, me di cuenta de que aún puedo, tengo la energía. Pensé que si no volvía a intentarlo, lo lamentaría por el resto de mi vida". Ya era la gimnasta más veterana en unos Juegos, superando los 39 años del búlgaro Jovtchev, quien compitió en Londres, pero solo en los anillos. Oksana compite en los cuatro aparatos.

Así llegó al Mundial de Stuttgart. 48.433 puntos y a esperar. 24 horas la separaban del sueño de Tokio y el sábado se concretó. Su octava cita olímpica a donde irá en busca de una medalla, la que le debe a Uzbekistán.

Contenido sugerido

Contenido GEC