El fútbol tiene tantas aristas para ser visto y analizado, tanto que el subtítulo de Alianza puede ser aceptado por algunos y lamentado por otros. El cuadro blanquiazul se ha hecho protagonista de la mano del técnico Pablo Bengoechea, quien aseguró que volverá en enero para seguir su trabajo a mando del equipo, salvo decisión contraria del Fondo Blanquiazul después de perder el campeonato ante Binacional.
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“Puedo ser mal técnico pero buen profesional soy”, dijo hace poco el estratega. Y, justamente, pese a los resultados, a muchos hinchas no le gusta su estilo de juego que propone el técnico uruguayo. A continuación repasamos lo bueno y lo malo de tener a Bengoechea en el banco íntimo la próxima temporada.
EL SÍ PARA PABLO
Resultados por encima de todo
Por tercer año consecutivo, Alianza cierra el Descentralizado en diciembre y eso es sinónimo de pelear hasta el final, hasta las instancias de ‘playoffs’ –aunque en el 2017 se coronó campeón nacional directamente sin la necesidad de ello-. Si bien queda la desazón de dos subtítulos de manera consecutiva, un cuadro grande como el blanquiazul debe estar en definiciones siempre.
Al mando del equipo en el torneo local, Bengoechea ha dirigido 76 partidos con un total de 48 victorias, 9 empates y 19 derrotas. Pero más allá del saldo positivo, ocho de esos encuentros fueron en instancias definitivas.
Un título y dos subcampeonatos adornan bien cualquier currículum, aunque el hincha exige campeonatos, ser protagonista siempre en la cancha, imponer un estilo de juego atractivo.
Año | PJ | PG | PE | PP | Final de temporada |
---|---|---|---|---|---|
2017 | 30 | 20 | 4 | 6 | Campeón |
2018 | 34 | 16 | 8 | 10 | Subcampeón |
2019 | 22 | 12 | 7 | 3 | Subcampeón |
Ingresos económicos necesarios
Alianza es un club que juega en diferentes frentes, pero ambos ligados uno del otro. Siendo un club concursado necesita de ingresos económicos que lo ayuden a palear la deuda con sus acreedores y el lado deportivo le ha dado una mano al gerencial para que pueda trabajar sin dolores de cabeza.
Con Pablo Bengoechea, Alianza ha conseguido clasificar de manera consecutiva a tres veces fases de grupos de la Copa Libertadores, lo que le ha significado un ingreso de 7,8 millones de dólares solo por participar en esa etapa del torneo.
Por la Copa 2018 recibieron 1,8 millones, por el 2019 el premio creció a 3 millones y para la venidera edición se embolsarán otros 3 millones. Eso solo disputando la fase de grupos. La cifra puede crecer si avanza de etapa, aunque Alianza no lo ha conseguido en ninguna de las tres últimas ediciones (no lo hace desde el 2010).
El uruguayo llegó para el campeonato del 2017. Los íntimos estaban ya clasificados a la Sudamericana, pero no pudieron avanzar tras caer ante Independiente. Avanzar hubiera significado ganar 300 mil dólares, pero se quedó en la primera fase.
Hasta el momento, en estos tres últimos años, Alianza debe haber pagado cuatro millones de soles de su deuda y para el 2020 tiene proyectado cancelar cerca de tres millones más. Con los ingresos de la Copa más otros como la televisión y sponsors debe existir tranquilidad desde ese lado. Claro, también los recursos deben ser usados para reforzar al equipo con miras al certamen internacional.
Identificación
No es gratis que el domingo todo Matute coree el nombre de Pablo Bengoechea, tampoco que un grupo de hinchas lo rodee y proteja a su llegada al aeropuerto tras caer en Juliaca. Más allá del gusto por su propuesta futbolística, el técnico se ha ganado el respeto de la afición por lo que muestra en su trabajo. Si bien está ligado a los resultados, el hincha se ha identificado con él hasta creer en su discurso.
Salió a criticar a los árbitros y gran parte de la afición hizo eco de sus palabras. Se fue en contra del VAR y la FPF y los blanquiazules también hicieron suya esa pelea. Ahora dice que se está haciendo hincha del equipo y el pueblo lo quiere más.
El técnico que, además de dirigir, asume papeles que muchas veces no se ve en otros personajes como los dirigentes. “Tener peso”, le llaman, y Alianza lo tiene con Bengoechea, aunque esto no es del todo bueno.
Y a esto se suma el respeto que debe imponer como jefe de grupo. La ausencia de Hansell Riojas en Juliaca fue notoria, pero nadie en el pueblo blanquiazul puede reclamar por un jugador que cometió una indisciplina y que Bengoechea separó del plantel para las finales.
LOS NO DE BENGOECHEA
El estilo no conecta
“Van a tener todo el libreto a disposición”, dijo Bengoechea en la previa de la final de Matute. Pero en el campo se vio poco de eso. El pelotazo es el principal recurso del equipo íntimo y muchos hinchas lamentan eso.
Siempre maquillado por el resultado, el juego de Alianza no es el que atrape a los amantes del buen fútbol. Juega bien, sí. Porque jugar bien es cumplir con las indicaciones y con lo trabajado, y, por supuesto, conseguir el resultado.
Variantes tiene, con un plantel amplio y con jugadores de diversas características. Sacó la mejor versión de algunos –Carlos Beltrán, Hansell Riojas, Aldair Salazar- pero no encontró un jugador como Luis Aguiar, que lidera el fútbol que gusta en La Victoria. Con Rinaldo Cruzado, ‘Cachito’ Ramírez y Joazhiño Arroé tuvo chispazos de ello, pero no era prioridad en su estilo pragmático. Pocas veces jugaron dos de ellos juntos y los tres solo en situaciones límite.
Con la continuidad de Adrián Balboa y Federico Rodríguez para el 2020, Bengoechea parece que tiene las armas para seguir jugando a su estilo, a lanzar el pelotazo para que sus torres resuelvan arriba.
Apuesta juvenil
La ilusión que despertó la presencia de Mauricio Matzuda y José Gallardo en el interinato de Víctor Reyes se acabó con el retorno de Bengoechea. Con el uruguayo los juveniles que tuvieron minutos fueron Dylan Caro (20 años, lateral izquierdo) y Kluiverth Aguilar (16 años, lateral derecho), dos puestos críticos en el equipo en los últimos años, y con los cuales completó la exigencia de la Bolsa de Minutos.
Si bien Aldair Fuentes (21 años) y Kevin Quevedo (22) se han consolidado en su plantel –incluso han sido convocados para la Sub 23 que disputará el Preolímpico-, estos jugadores ya vienen actuando desde el 2017 trabajando con el entrenador.
Con esto, tampoco se abre la puerta a la venta de jugadores en un club que tradicionalmente se caracterizó por tener una buena cantera. Con poca exposición, los chicos no tienen cómo mostrarse para crecer y despertar interés de afuera. Son ingresos que deja de generar el club. Por ahora todo se ve compensado con los resultados que logra para clasificar a la Copa Libertadores.