Peruana Kimberly García en Río 2016: "Me cansé de pedir apoyo"
María José Fermi

Río 2016 es la primera vez que la marcha peruana compite en unos Juegos Olímpicos. En esta aparición, sin embargo, Kimberly García –de solo 22 años- ocupó el puesto número 14 en los 20 kilómetros femeninos. Su futuro en el deporte, sin embargo, corre peligro. La huancaína no cuenta con apoyo de la empresa privada y evalúa seriamente dejar la marcha tras regresar de Brasil.

“Alguna empresa o sponsor que se haya sumado a este sueño no ha habido. He mandado mi currículo pero no te dan respuestas. (…) Ya me cansé de pedir apoyo. Me tengo que financiar absolutamente todo”, dice la peruana que hasta debe comprarse mensualmente un par de zapatillas para poder entrenar y evitar lesiones.

Persiguiendo el sueño olímpico, Kimberly García decidió dejar sus estudios de odontología hace cuatro años para entrenar a tiempo completo con miras a Río 2016. Su familia y el apoyo del IPD y el Comité Olímpico Peruano le permitieron entrenar aunque no de manera ideal.

Para Kimberly García, Tokio 2020 no es una certeza. La marchista volverá a Huancayo para reevaluar el futuro. “Si las empresas dan un tipo de apoyo y se suman a este otro ciclo olímpico bienvenido sea y puedo replantearme seguir, la marcha es mi pasión pero uno no vive de esto. Doy todo por el Perú pero el apoyo tiene que venir si queremos conseguir algo grande”.

Apenas terminó su prueba de 20 kilómetros marcha, Kimberly García habló claro: “esperemos que [las empresas] se sumen rápido porque yo no vivo solamente del deporte. Tengo que ponerme a estudiar, si fuera solo del deporte me muero de hambre”.

Kimberly apostó por el deporte y ya destaca en la marcha internacional. Toca que la empresa privada también haga la apuesta.

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Río 2016 es la primera vez que la marcha peruana compite en unos Juegos Olímpicos. En esta primera aparición, sin embargo, Kimberly García –de solo 22 años- ocupó el puesto número 14 en los 20 kilómetros femeninos. Su futuro en el deporte, sin embargo, corre peligro. La huancaína no cuenta con apoyo de la empresa privada y evalúa seriamente dejar la marcha tras regresar de Brasil.

“Alguna empresa o sponsor que se haya sumado a este sueño no ha habido. He mandado mi currículo pero no te dan respuestas. (…) Ya me cansé de pedir. Me tengo que financiar absolutamente todo”, dice la peruana que hasta debe comprarse mensualmente un par de zapatillas para poder entrenar y evitar lesiones.

Persiguiendo el sueño olímpico, Kimberly García decidió dejar sus estudios de odontología hace cuatro años para entrenar a tiempo completo con miras a Río 2016. Su familia y el apoyo del IPD y el Comité Olímpico Peruano le permitieron entrenar aunque no de manera ideal.

Para Kimberly García, Tokio 2020 no es una certeza. La marchista volverá a Huancayo para reevaluar el futuro. “Si las empresas dan un tipo de apoyo y se suman a este otro ciclo olímpico bienvenido sea y puedo replantearme seguir, la marcha es mi pasión pero uno no vive de esto. Doy todo por el Perú pero el apoyo tiene que venir si queremos conseguir algo grande”.

Apenas terminó su prueba de 20 kilómetros marcha, Kimberly García habló claro: “esperemos que [las empresas] se sumen rápido porque yo  no vivo solamente del deporte. Tengo que ponerme a estudiar, si fuera solo del deporte me muero de hambre”. Kimberly apostó por el deporte y ya destaca en la marcha internacional. Toca que la empresa privada también haga la apuesta.

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