Para Juan Román Riquelme, quien recientemente asumió la segunda vicepresidencia de Boca Juniors, es necesaria la presencia de un delantero de jerarquía, un 9, para poder lograr los objetivos que Boca tiene para el 2020. Por eso, tiene en mente a un jugador: Paolo Guerrero.
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Hay dos caminos para que Paolo Guerrero pueda llegar a la Bombonera. Una es que se rompa el contrato entre el jugador y el Internacional y se pague directamente la cláusula de rescisión de 4 millones de dólares. Este dinero debería ponerlo Boca y Paolo estar de acuerdo.
La otra salida sería que tanto Boca Juniors como Internacional lleguen un acuerdo por el 9 peruano y que ambas queden conformes con el dinero del traspaso y las condiciones.
En tanto, Paolo Guerrero, desmintió todos los rumores de su traspaso en los días anteriores. “No hubo propuesta. Es más un rumor de la prensa que otra cosa. Si algo llega, tiene que ser bueno para el club. Solo me voy si el Inter quiere”, dijo el goleador.
Según información de Olé, Paolo no quiere irse del Inter de mala manera. Y, claro, no quiere darle la espalda al club que lo apoyó cuando fue suspendido por un caso de doping. Guerrero está dispuesto a llegar a Boca, pero desea que los clubes sean quienes lleguen a un acuerdo que beneficie a ambos.
Por el lado del Inter, Coudet, su nuevo técnico, cree, al igual que Román, que Guerrero es fundamental para pelear la Libertadores. La primera semana de enero comienza la pretemporada en Brasil. Por el lado del xeneize, lo esperan cuanto antes en Argentina para que se sume a quien sería su nuevo técnico: Miguel Ángel Russo.
Hoy, Paolo Guerrero es de los mejores pagados en el Internacional. Si bien es cierto que Daniel Angelici, el saliente presidente de Boca, dijo que había un superávit excepcional, la realidad parece dictar otra cosa.
Es cuestión de que la nueva dirigencia pueda ajustarse a lo que el 9 peruano pretende y, además, llegar a un acuerdo con los brasileños. Román lo quiere y parece no desistir en ello.