El nombre de Paolo Guerrero en Boca Juniors ha sonado muy fuerte en el último mes. Sobre eso se habló mucho: que el club argentino no tendría problemas en pagar la cláusula de recisión de US$4.5 millones que hay sobre el delantero; que este había sido referenciado por Ricardo Gareca y Nolberto Solano; que el 9 tendría las intenciones de llegar al club.
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Sin embargo, el posible arribo de Paolo a Argentina parecería estarse enfriando por un detalle muy importante: la cantidad de dinero disponible en las arcas de Boca Juniors para hacer contrataciones.
Con el traspaso de mando de Daniel Angelici al nuevo presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, junto a Juan Román Riquelme, hay algo que queda por confirmar: las declaraciones de Angelici sobre el dinero disponible en las cuentas del club.
“El presidente que suma se va a encontrar con más de 700 millones de pesos (casi 12 millones de dólares) para hacer contrataciones en el mercado”, declaró el ‘Tano’.
Sin embargo, Riquelme y compañía no quieren confiarse. Es por eso que están pensando en dos equipos: un Boca Juniors lleno de estrellas y otro low-cost. Es ahí donde el traspaso de Paolo Guerrero entra en juego, según señala el diario “Olé” de Argentina.
Es por eso que por más propuestas y ganas que tengan los nuevos en Boca Juniors de traer al 9 peruano, deben estar seguros del dinero que tienen disponible para gastar. Como mínimo, eso se sabrá el lunes que asuman de manera formal la presidencia. El reemplazo como fichaje de Paolo Guerrero sería, en el caso que no cuenten con todo el presupuesto, Lucas Barrios, delantero que jugó en Huracán y que ahora está libre.
Si todo va bien, se espera que en Boca se arme un equipo competitivo para el siguiente año. Junto a Paolo Guerrero, se buscaría formar un plantel con categoría que de la mano de Miguel Ángel Russo, quien suena fuerte para dirigir al ‘xeneize’, busquen levantar la tan ansiada Copa Libertadores, que le es esquiva desde aquella campaña del 2007 junto a Román.