Sucedió en el partido entre San Francisco Giants y Miami Marlins de la MLB, la liga de béisbol de los Estados Unidos.
Luego de un batazo, el balón fue a parar a las tribunas. Nadie la podía detener hasta que un hombre, quien cargaba a su hijo con su brazo izquierdo, logró atrapar el balón con la mano derecha. Y, claro, la pelota se la regaló a su retoño.