La historia de coraje de Roberto Carcelén ha dado la vuelta al mundo. Y es que el peruano que esquió en Sochi 2014 con dos costillas rotas y un músculo desgarrado a pesar de las recomendaciones de los doctores es una historia que inspira. Justamente esa fue la razón por la que Carcelén decidió competir sin importar sus lesiones y el puesto en el que llegaría a la meta.
Dos días antes de esquiar, el peruano grabó un video en el que explicaba su condición médica y decía que terminar la prueba sería uno "de los retos más importantes que he tenido en la vida". ¿Por qué hacerlo? Pues para "dar un buen ejemplo".
En una muestra de valentía, Carcelén recorrió los 15 kilómetros del esquí de fondo hasta la meta de Sochi. Aunque llegó en último lugar, su espíritu deportivo fue reconocido hasta por el ganador de la medalla de oro de la competencia, Dario Cologna, quien lo esperó 30 minutos parado en la meta para saludar su esfuerzo.
Sochi era la última prueba de esquí en la que participaría Carcelén. Ahora se enfocará en desarrollar un semillero de deportes de invierno en el Perú pues desea fomentar estas disciplinas en el país. Roberto abrió una puerta hacia los Juegos Olímpicos de Invierno y ahora trabajará porque no se cierre.