Unos lo hacen por puro altruismo, otros para disfrutar una experiencia única y algunos para agradecer que Canadá sea su nuevo hogar. Lo que une a este ejército de 23.000 voluntarios es que están haciendo posible que Toronto 2015 sean los mayores Juegos Panamericanos de la historia.
Su presencia, ataviados con su llamativa vestimenta naranja, es constante tanto en los eventos deportivos, ayudando a los espectadores a encontrar sus asientos o asistiendo a los deportistas que compiten, como en las operaciones menos lustrosas de los Panamericanos, como conducir los autobuses que transportan a periodistas.
"Son el corazón y el alma de estos Juegos", dijo el consejero delegado del comité organizador Toronto 2015, Saäd Rafi, durante una rueda de prensa en la que se honró a los voluntarios.
El voluntariado en eventos, ya sean grandes citas internacionales como estos Panamericanos o el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), o en reuniones más modestas, es una tradición en Canadá desde hace muchos años.
TIFF, uno de los tres festivales de cine más importantes del mundo y que cada año atrae a Toronto a decenas de grandes estrellas del cine, es posible gracias a los centenares de personas que donan su tiempo y conocimiento para hacer que, durante dos semanas, la ciudad sea la capital mundial del cine.
Y los más de 300.000 espectadores que asisten a las proyecciones durante TIFF lo agradecen: de forma religiosa, antes de cada pase, cuando se proyecta el vídeo en el que se reconoce su labor desinteresada, los espectadores irrumpen en aplausos dedicados a los voluntarios.
José Taboada es un estudiante de radio y televisión, nacido en Toronto de padres peruanos. Y por supuesto, voluntario en los Panamericanos Toronto 2015.
"Es una oportunidad que no podía pasar. No sabemos cuando vamos a tener un evento así, tan grande, en Toronto. No hemos tenido Olimpiadas y en el futuro Toronto podría presentar su candidatura. Quería hacer un evento tan grande y por mi país y por mi ciudad. Me siento feliz de haberlo hecho", declaró a Efe.
Para Taboada, el no recibir nada de dinero a pesar de pasar días y días trabajando durante más de siete horas, y que los Panamericanos Toronto 2015 sean un enorme negocio que está generando sustanciales ingresos para muchos, no es un problema.
"Todo lo hacemos gratis. Y de verdad que estoy feliz de hacerlo gratis. Cuando se realizó la petición (de voluntarios), decidí hacerlo por mi ciudad y mi país. La plata, por lo menos ahorita, no me importa nada. Me hace muy feliz ayudar en lo que he podido", explicó.
Lo único que reciben los voluntarios de Toronto 2015 es transporte gratuito en la ciudad y una o dos comidas diarias, dependiendo del número de horas que trabajen.
Para ellos, la experiencia es lo que cuenta. En algunos casos, es a nivel personal, como para Taboada. En otros, es una oportunidad de sacar algo profesionalmente.
Es el caso de Natalia Victoria Vivas, una colombiana de 26 años que se ha pagado el viaje, la estancia y los costes de alimentación para poder ser voluntaria durante sus vacaciones en el departamento de comunicación de la competición de baloncesto en los Panamericanos Toronto 2015.
"Yo exclusivamente tengo un objetivo: seguir capacitándome. Estudié comunicación en Cali, Colombia, y mi ideal sería seguir aprendiendo de los medios de comunicación en la industria deportiva. Quiero ser experta en el tema", dijo a Efe.