UFC: Cris Cyborg volvió a luchar como una niña [CRÓNICA]
Gino Alva Olivera

Esta mañana, dejó de ser la implacable luchadora. Por apenas unos minutos, se convirtió en Cris Cyborg: una mujer conmovida por la oportunidad de pelear nuevamente en Curitiba, su casa, después de 10 años.

Cyborg fue una de las más aplaudidas en los entrenamientos públicos previos al 198. Los fanáticos que llegaron al estadio del club de fútbol Atlético Paranaense –un coloso con capacidad para 40.000 personas– no dejaron de vitorear a la aguerrida Cristiane Justino durante su presentación.

La mujer nacida en Curitiba hace 30 años –para muchos, la mejor luchadora del mundo– lucía menos musculosa que de costumbre. La razón es evidente: para el viernes, Cris Cyborg está obligada a pesar 63.5 kilos (140 libras) para su debut en la UFC contra la valiente Leslie Smith, la única que aceptó el reto de enfrentarla.

Después de un breve calentamiento, Justino hizo un trabajo de sombras –ejercicio que consiste en pegar al aire– y "mascoteo" con su entrenador. Eso alcanzó para demostrar que es una de las mujeres con la técnica de golpeo más depurada de las artes marciales mixtas (MMA).

Antes de volver a su camerino, Cris Cyborg decidió que hoy debía salirse del guion de chica mala de la UFC. Nadie esperaba que ella –la mujer que retiró a Gina Carano después de darle una paliza– invitara a uno de sus fans a pelear un round contra ella. Pero Cris quería dejar de ser Cris solo por hoy. Y lo hizo.

La afortunada fue una rubia joven con destreza para el boxeo. Incluso conectó levemente a la ex campeona de Invicta FC con un recto de derecha en el rostro. En cualquier otra circunstancia, la “caricia” podría haberle costado caro. Hoy no, no contra esta Cristiane Justino.

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