Hace siete meses, a pocos días de las fiestas navideñas y de año nuevo, Carlos Zambrano llegó a Lima para pasar sus vacaciones. El defensor, muy activo en las redes sociales, comenzó a subir historias donde aparecía corriendo a primeras horas de la mañana en el malecón de Miraflores. Su pretemporada, esta vez, comenzó antes de lo previsto. El zaguero de la selección peruana se había propuesto vivir un 2019 distinto. Tenía que estar preparado para esa maratón de emociones, para trotar por el camino correcto, por perseguir sin pausas los sueños pendientes.
-¿Desde tus días de vacaciones ya tenías la consigna que este año tenía que ser distinto?
Un año y medio atrás estaba en un momento complicado de mi carrera, tuve que hacer muchos cambios de equipo por problemas dirigenciales, económicos. Pero hubo un pequeño cambio en mi carrera a partir que llegué al Basel, encontré una motivación para volver a ser el jugador de antes. Eso de salir a correr en mis vacaciones no lo hacía casi nunca, aprovechaba que era más joven y que podía rendir más. Con el transcurso de los años te das cuenta que debes trabajar más para mantenerte y me sentía bien al hacerlo.
-¿Reconoces que antes hubo algunos excesos?
Es distinto, cuando eres joven abusas de lo que puedes dar tú, te excedes en algunas cosas. Todos pasamos por eso, al final vas aprendiendo lo bueno y lo malo. En algún momento te ciegas porque sabes la calidad de jugador que eres y algunos se sobrepasan con eso. Pero aprendes al final.
-¿Cómo decidiste ir a visitar a la selección el año pasado cuando jugaron en Alemania?
Siempre soñé ver jugar a mi país contra Alemania. Yo soy peruano, pero me formé allí. La ciudad donde jugaron estaba cerca a Suiza, agarré mi carro y fui con mi familia.Esa vez hablé con el profesor Gareca y hasta me incluyeron en la charla técnica con el equipo.Fue un lindo momento, ese fue el instante en el que sí me dio nostalgia no estar en la selección.
-¿Encontraste muchos cambios en la selección?
Esta selección es distinta porque ahora los resultados se están dando. Antes no se daban y se especulaba que había muchos grupitos. En la selección el grupo es muy abierto, todos se llevan bien con todos, años atrás habían algunos que se sentían más que otros. Uno percibía eso antes, por ganar más no te puedes sentir superior. La consigna es defender a la patria.
-¿Por esos motivos alguna vez tuviste algún altercado dentro del equipo?
Yo nunca me he sentido más que nadie, me llevo bien con todos. Mis problemas solo han sido con la prensa. Este tipo de entrevistas no las daba desde hace muchos años. No tengo problema en que me critiquen cuando hago algo mal en la cancha o si me excedo en mi vida privada, pero las mentiras me fastidiaron.
-¿Qué versión de la prensa te molestó más?
Se especuló que cometí una indisciplina, que me escapé del hotel. La Federación en ese tiempo tampoco salió a desmentir nada, y eso sí le dije al profesor Gareca. Estuve muy incómodo por eso. Hubo mucha mala leche y alguien de adentro lanzó esas mentiras a la prensa. También dicen que me hice sacar una amarilla. Los que me conocen saben que siempre quiero jugar todos los partidos. En el primer partido con Brasil ya iba 5-0 y yo quería entrar, quería morir con mi equipo adentro.
-¿No es verdad que discutiste con Claudio Pizarro en el camerino?
Tremenda mentira, siempre nos hemos llevado de lo más normal con Claudio, hasta me ha escrito por mi cumpleaños.
-¿Y por qué crees que te dejaron fuera de la selección por más de tres años?
Pasa que me fui a la liga rusa, entiendo que al profesor Gareca no le gustaba esa liga en aquel momento. Luego cambié mucho de equipo y soy consciente que no merecía ir al Mundial. Se especuló que soy indisciplinado, que soy irresponsable, que no tengo compromiso. Eso me dolió mucho.
-¿Te juzgaban mucho con el tema de las tarjetas?
Ese fue otro tema y allí hay gente que ha pecado de ignorante. Si no le caigo bien a una parte de la prensa, ya está. Se agarraron de la expulsión a Chile y eso confunde a los hinchas también. Si agarro a alguien en la calle va a decir que me han expulsado cinco o seis veces. Y eso está muy lejos de la verdad.
-¿Sentías que la prensa era muy insistente con la crítica hacia ti?
La prensa siempre que tiene buscar un punto para vender.
-¿Y el punto hoy podría ser Christian Cueva?
Hoy día es el punto por un incidente, que podría decirse que fue error aunque a cualquiera le puede suceder. Al final eso que salió en cámara no es bien visto, pero hasta a mí o a ti nos podría pasar. Si tienes ganas de miccionar ¿qué pasa si no encuentras dónde? Igual fue algo incorrecto, pero a cualquiera le podría pasar.
-¿Te sorprendió volver y recuperar tan rápido el puesto de titular?
El fútbol da muchas vueltas. A mí no me importa estar en la banca, mientras menos envidia haya en la selección se van a dar mejores resultados. Para algunos era una ruleta rusa que juguemos Luis (Abram) y yo. Incluso hasta se cuestionó que yo sea titular, cuando todos en la prensa saben la calidad de futbolista que he sido y soy. Yo me siento un jugador top. A pesar de no jugar tenía ofertas de todos lados en Europa. En todas las ligas donde he estado he jugado en los mejores equipos.
-¿Abram fue un complemento ideal?
Con Abram encajamos perfectamente. Ambos no somos mucho de hablar, tenemos una característica similar de anticipar las jugadas. Con eso basta, aunque siempre es bueno conversar.
-¿Cuál fue el partido donde sentiste que hicieron el mejor papel como dupla?
Con Uruguay porque enfrentamos a dos delanteros top, aunque ustedes en la prensa les dicen "monstruos". Son dos atacantes increíbles, que se buscan las oportunidades solos. Y nosotros pudimos mantener el cero y mantuvimos el orden defensivo al límite. Sin ese orden quizá no hubieran invalidado por off side los goles que nos anotaron.
-¿Uruguay fue el rival que te exigió más?
Todos son complicados, pero lo de Uruguay es más porque no es solo uno sino son dos que son muy buenos y se mueven muy bien. En el partido de la Copa América todos los balones iban para ellos y de ahí buscaban opciones. Yo estuve ahogado al final. En mi cumpleaños le hice acordar a Lucho (Advíncula), que en ese partido ya estaba ahogado en el minuto 70. Estaba muerto de verdad, pensé en pedir el cambio y Lucho me dijo: "'trinchudo' no salgas, quédate aquí". Felizmente aguantamos y pudimos sacar adelante el partido.
-¿Si había prórroga pedías el cambio?
Tal vez, estaba exhausto pero ya queda eso para la anécdota.
-¿Qué fue lo primero que te dijeron Néstor Bonillo y Sergio Santín cuando se reunieron contigo en Suiza?
Yo me abrí totalmente, les dije que quería volver a la selección y que no me importaba estar en la banca. No me imaginé que iba a ser titular, solo quería meterme de nuevo en el grupo.
-¿Bonillo fue muy insistente en verificar tu estado físico?
Sí, y él informó todo a Gareca. Ellos se quedaron cinco o seis días en Suiza, no pensé que se iban a quedar tanto tiempo. Y menos mal que el informe de mi club fue positivo. Los arreglé antes (se ríe). Es broma.
-Fueron diálogos en buenos términos..
Reconocí que cometí algunos errores, que ninguno tiene nada que ver con lo que se dijo en la prensa.
-¿Podrías mencionar uno de ellos?
Ya para qué lo voy a decir, sería abrir más el tema. A ellos sí se los dije y ellos me dijeron que tenían un buen informe de Suiza, pero que quien tomaba la decisión final era el profesor Ricardo. Así que esperaba el llamado deseando no tener ninguna lesión previa.
-¿Te asustaste mucho cuando tuviste esa lesión muscular antes de volver a Lima?
Yo no quería jugar, ya sabía que eso podía pasar. Veníamos de jugar muy seguido por tres semanas. Me quería guardar, pero el técnico me puso. Por algo pasan las cosas, quizá llegaba bien a Lima y me lesionaba en los amistosos como con Senegal en la previa de la Copa América 2011.
-¿Crees que este equipo tiene una fortaleza mental especial?
Es la unión del grupo lo que pesa más. Eso así nomás no se veía, antes era similar pero lo de ahora es distinto. Todos se bromean con todos, hay buena vibra y pensamos en positivo.
-¿Conversabas mucho con el coach y con el psicólogo?
Teníamos sobre todo charlas grupales. Con Juanchi (Cominges) ya nos conocíamos de sus tiempos como futbolista, incluso coincidimos en mis inicios con la selección. Nos hemos reído mucho con él, ha sido un gran aporte al grupo. Con el psicólogo al comienzo tomábamos las cosas a la broma, pero después nos poníamos más nostálgicos y pensando en los sueños que tenemos.
-¿Viste que algunos bromeaban en redes sociales con esa jugada con Eduardo Vargas donde no reaccionaste a pesar que te provocó?
Ya solo queda reírme, la gente a veces pareciera que prepara sus memes antes que terminen los partidos. Siempre salen rápido. Yo sigo siendo el mismo. Eso de las expulsiones es una crítica injusta porque solo me han sacado dos rojas en los más cincuenta partidos que tengo con la selección.
-Gary Medel tiene muchas rojas más...
Tranquilamente y Sergio Ramos tiene como 50 expulsiones. Pero en el extranjero protegen a sus jugadores y aquí, a veces, te destruyen.
-¿Tu cambio podría estar más ligado a que hora cuidas más tu físico?
Eso lo tengo clarísimo, a todos nos va a tocar. Si no te cuidas, estás muerto. Antes, cuando venía a Lima, salía a dos o tres veces de fiesta. Igual eran mis vacaciones y puedo hacer lo que quiera, aunque todo en exceso es malo. El problema también era que la prensa de farándula hacían escándalo si te veían saliendo de algún lugar. Yo estaba con mi esposa y decían "ampay".
-Aún te molesta ese lado de la crítica entonces...
Cuando le ganamos a Uruguay o a Chile nosotros veíamos en las redes que la gente salía en el Perú a celebrar y hacer fiesta. Y ¿nosotros qué? Teníamos que seguir concentrados pensando en el siguiente partido, mientras tanto la gente se iba de juerga dos o tres días. Nosotros mirábamos eso y sabíamos que teníamos que seguir concentrados, era lo que tocaba. Ya luego de final quizá pensamos "ahora nos toca a nosotros" y hasta eso a veces la gente lo ve mal.
-¿No crees en el llamado entrenamiento invisible?
Pero ¿pueden haber tiempo para disfrutar o no? El problema para mí es que a veces la prensa de farándula exagera y vende lo malo: que si un jugador no se cuida o si trasnocha. Nunca dicen lo bueno, como por ejemplo que un futbolista está con su familia.
-¿Fuiste uno de los más cercanos al coach Juan Cominges?
Así es y tengo una anécdota con Juanchi después del 5-0 ante Brasil. Él salía del hotel pensativo y los periodistas le preguntaron ¿qué opinas de este resultado tan catastrófico? Y Juanchi miró a la prensa y les dijo: "hablamos en la final". Cuando ganamos a Chile lo abracé en el camerino y me dijo que iba a buscar a ese reportero. No sé si lo encontró.
-¿Ese día de descanso después de la goleada ante Brasil fue clave para mejorar el tema anímico?
La prensa hasta vio mal lo del día libre. Leí que decían "están premiando a los jugadores". Aún no se definía si estábamos en cuartos de final, pero si pasábamos -como ocurrió- íbamos a tener una semana para preparnos. Después al ganarle a Uruguay decían "qué bien Gareca". Hay gente muy 'comodín' con los resultados.
-¿Estás de acuerdo en la clasificación FIFA con Perú como sexto en Sudamérica?
Yo no creo en esas cosas, le hemos empatado a Uruguay que está entre los cinco primeros, le ganamos a Chile que está entre los diez. Que nos pongan en el puesto 100 si quieren, igual sabemos que le podemos ganar al que está primero o segundo. Igual es positivo ver que estamos subiendo aunque ya sabemos que podemos competir con un equipo top como Uruguay que, para mí, no juega a nada. Tienen un estilo muy efectivo de pelotazos largo, de pelota parada y te matan, es un fútbol más guerrero. Perú tiene mejor juego pero nos equivocamos en una o dos jugadas y nos meten los goles. Hay que buscar la manera de llegar a un equilibrio.
-¿Ya definiste tu futuro futbolístico?
Tengo contrato con Dínamo de Kiev. En el peor de los casos, y lo digo fríamente, debo volver a Ucrania. Sinceramente no me sentía cómodo en Kiev por algunos problemas que tenía el equipo y si sale algo interesante espero que sea en una buena liga, si es Alemania mejor. Mi representante está evaluando porque tengo dos ofertas de clubes de Alemania, el detalle es llegar a un acuerdo económico. Sería lindo volver a la Bundesliga.
-¿Sería préstamo o compra de pase?
Son negociaciones, yo quisiera desligarme completamente.
-Digamos que tu sueño a corto plazo es volver a la Bundesliga...
Sí, me encantaría, tengo 30 años, la liga la conozco, el idioma lo hablo. Con respecto a la selección espero seguir, ojalá pueda estar en los amistosos y que haya cada vez más competencia en los puestos. Después de la final, el profesor Gareca dijo una frase que nos quedará para siempre: "por más que una selección tenga 500 jugadores, nosotros con 50 le peleamos a cualquiera". Eso a mí me motiva mucho.