Gianluca Lapadula ha marcado siete goles con la camiseta de la selección peruana: 3 por Eliminatorias, 3 por Copa América y 1 en amistoso internacional. (Foto: Composición)
Gianluca Lapadula ha marcado siete goles con la camiseta de la selección peruana: 3 por Eliminatorias, 3 por Copa América y 1 en amistoso internacional. (Foto: Composición)
Marco Quilca León

Nació en Turín, al norte de Italia (7 de febrero de 1990). Creció queriendo ser el nuevo Filippo Inzaghi y dejando de lado todo para ir al antiguo estadio de la Juventus, el Delle Alpi, a ser recogepelotas del megaequipo que tenía a Zinedine Zidane y Alessandro del Piero como figuras. Pero a , esa sangre incaica que corre por sus venas gracias a la herencia de su madre, doña Blanca Aida Vargas Higinio, e hizo que se tatuara en su brazo izquierdo una imagen inspirada en la festividad del Señor de la Soledad de Paramonga cuando aún no era convocado por primera vez a la , siempre lo llamó.

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El pequeño Gianluca creció con el sueño de ser ‘Capocannoniere’; el Gianluca de hoy, con 32 años y tres hijas junto a su esposa Alessia, es un ‘Bombardero de los Andes’. “De lo único que me arrepiento es no haber conocido el Perú antes”, confesó en una entrevista hace unos meses. Nunca es tarde para el ‘9′, que llegó a la ‘Bicolor’ con 31 años y esta semana está de visita en el Cusco, el máximo atractivo que tiene el Perú y la ciudad que podría tranquilamente conectar al ‘Bambino’ con sus antepasados.

La derrota en el repechaje mundialista ha sido un golpe bastante duro. Cada futbolista lo ha asimilado a su manera. Mientras los del torneo local llegaron y se unieron a sus clubes para el reinicio de la Liga 1, Luis Advíncula, por ejemplo, tenía unos días de licencia por parte de su equipo, Boca Juniors, pero decidió aparecerse de sorpresa el último miércoles en La Bombonera para presenciar la victoria (5-3) ante Tigres. Lapadula, por su parte, llegó al Perú con la delegación para pero antes decidió despejar la mente unos días en Cusco.

“Siempre más orgulloso de mi sangre”, publicó en Instagram el último viernes, en su cuarto día de visita en la ciudad imperial. Dos fotos acompañan la descripción y en ambas está el ‘9′ con un poncho y un chullo típico del lugar junto a una llama. La conexión con Perú fue total y la bandera blanquirroja cada vez más se va impregnando en su piel.

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Un recibimiento merecido

El primer contacto formal con la selección se dio en 2016. Ricardo Gareca fue a buscarlo hasta Italia, pero aquella vez dijo que no, que esperaría un llamado a la selección italiana. En ese entonces la vida era distinta, para él y para la ‘Bicolor’: Gianluca Lapadula estaba por firmar por el AC Milan por 10 millones de dólares aproximadamente y habían rumores de que podía ser convocado a la ‘Azzurra’, el seleccionado cuatro veces campeón del mundo (1934, 1938, 1982 y 2016); mientras que Perú aún cargaba con esa cruz de 36 años sin ir a un Mundial.

Pasó el tiempo, Lapadula fue convocado para un par de amistosos con Italia -metió triplete en su único partido- pero no más. En 2020, luego de críticas simplistas, el delantero decidió hacerle caso al llamado peruano y debutó con la Blanquirroja: siete goles, muchos abrazos, incontables muestras de amor por el país de su madre -correr hasta quedarse sin oxígeno en la altura de Quito o jugar con el tabique fracturado son dos ejemplos, y su hermandad con Christian Cueva hicieron del ‘Bambino’ un personaje muy querido en el Perú. Por eso, su llegada al Cusco tuvo muchísima expectativa.

“La gente lo ha recibido con mucho cariño. Hubo expectativa en el aeropuerto cuando llegó. Incluso antes de su llegada, hubo un grupo de personas en el aeropuerto que cantaban la canción ‘El Cervecero’ en alusión a su amistad y los bailes que hacía con Cueva”, nos cuenta Melissa Valdivia, corresponsal de El Comercio en el Cusco.

“El mismo día de su llegada, un grupo lo esperaba en el hotel donde supuestamente se iba a hospedar. Lo esperaron con camisetas de la selección, de clubes, padres e hijo, muchísima gente, pero no llegó”, añade.

La “fiebre Lapadula” se vivió en su máxima expresión, como si se tratase de una visita de la realeza cusqueña. Antes solo llegaba a concentrar y se daba algunas escapadas, pero nunca como ahora.

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La ruta de ‘Lapagol’

Lapadula llegó al Cusco el martes por la noche y se fue directo a la provincia de Urubamba, conocido también como el Valle Sagrado”. Junto a sus padres, su esposa y sus hijos, el ‘9′ recorrió los distritos de Chinchero, Maras, Calca, Urubamba y Ollantaytambo. Se subió a una cuatrimoto en Maras de Moray y .

Entre flashes, autógrafos y video saludos, el ‘Bambino’ viene disfrutando de sus minivacaciones en la ciudad imperial. Este sábado por la tarde visitó Machu Picchu, la séptima maravilla del mundo. Con un contigente policial, el delantero se desplazó por el santuario histórico.

“En Ollantaytambo, algunos funcionarios del municipio le obsequiaron parte de la vestimenta típica de la zona “chullo, sombrero, poncho)”, informa Melissa Valdivia.

Gianluca se quedará en el Cusco hasta este martes 21 de junio. Sería una semana en la que el nacido en Turín se conecta con sus antepasados. Esa sangre incaica que corre por sus venas gracias a la herencia de su madre, hoy lo guía. Y Perú, el país que lo abrazó desde 2020, lo espera para el próximo amistoso de la selección y el inicio de las siguientes Eliminatorias.


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