Bajo el lema “El Perú en emergencia, los peruanos en acción”, la CADE Ejecutivos 2022 –organizada por IPAE– regresó hoy oficialmente, de manera presencial, y se extenderá hasta el día 10 en Paracas (Ica).
“Estamos enfrentando una de las crisis más profundas que ha tenido el Perú en las últimas décadas. Campea la corrupción, la institucionalidad se debilita, hay una pérdida generalizada de la confianza en las autoridades y en los líderes de la sociedad civil, y se acrecienta una aguda polarización, donde no se están tendiendo puentes; todo lo contrario, los vamos destruyendo a nuestro paso”, afirmó Gonzalo Galdos, presidente de IPAE.
“A ello debemos agregar una continua degradación de nuestra democracia”, añadió.
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En vista del panorama descrito, señaló que es indispensable el liderazgo empresarial con el fin de continuar impulsando el desarrollo del país. Destacó, en ese sentido, el trabajo realizado por las grandes, medianas y pequeñas empresas. Así también, el papel que vienen desempeñando los emprendedores del país.
“Tenemos la absoluta convicción de que no puede existir desarrollo sin empresa privada, y de que no puede existir empresa privada sin empresarios”, comentó.
Galdos, en su discurso, anunció además una transformación interna reflejada en su marca institucional: un cambio de nombre de IPAE a IPAE-Acción Empresarial.
“Nuestro propósito se reafirma en impulsar la acción empresarial para generar institucionalidad sólida, crecimiento económico sostenible e inclusivo, educación de calidad e igualdad de oportunidades”, explicó.
A la par de ello, manifestó que están lanzando IPAE Mide, un sistema de monitoreo de indicadores clave del desarrollo del país.
“Este tablero de control integra 36 indicadores que permiten conocer, analizar y evaluar la situación actual del Perú en aspectos claves de su desarrollo y su evolución a través del tiempo”, señaló.
A su turno, Felipe Valencia-Dongo, presidente de CADE Ejecutivos 2022, manifestó que, actualmente, nuestro país afronta una crisis triple: política, social y económica. Indicó también que ello está agravado por un contexto internacional complejo e incierto.
“No es la primera vez que, como país, nos enfrentamos a tiempos retadores. En sus sesenta ediciones, CADE Ejecutivos ha visto pasar hiperinflación, terrorismo, pobreza extrema y múltiple inestabilidad política. No obstante, los peruanos siempre hemos superado las crisis a las que nos hemos enfrentado. Siempre”, remarcó.
En ese sentido, refirió que la propuesta de esta edición para el país son tres pilares indispensables: inversión privada, un Estado que funcione e instituciones sólidas y democracia.
“Son urgentes, son irrenunciables y es necesario ponerlos en acción. Además, deben ocurrir en simultáneo. La inversión privada requiere un Estado que funcione para ser sostenible. El Estado que funcione requiere inversión privada para tener recursos. Y todos los países requerimos instituciones sólidas y democracia”, reafirmó.
En datos desagregados, indicó que, S/9 de cada S/10 que se invierten en el país provienen de la inversión privada. Esta inversión, continuó, permite generar empleo de calidad, aumentar ingresos y bienestar de las personas. Así también, resaltó que produce crecimiento.
“El mensaje que quiero traer es que es urgente crecer. Cuando crecíamos anualmente, a una tasa de 7% entre el 2004 y el 2013, cada año un millón de peruanos dejó la pobreza. Este año, vamos a crecer cerca del 3% y se estima que no habrá reducción de pobreza. De un millón a cero. Por eso, es urgente crecer. Pasar de un millón a cero es doloroso”, afirmó.
Así también, refirió que es necesario que el Estado asegure servicios públicos de calidad e infraestructura. Aun con este requerimiento, apuntó que, a dos meses de cerrar el año, el 50% del presupuesto de inversión pública no ha sido ejecutado.
“Es inaceptable que, con tantas carencias que tenemos como país, S/30.000 millones permanezcan en las cuentas del Estado sin ejecutarse. El problema se agrava –además– con la elevadísima rotación de funcionarios, la inoperancia ante los diversos desafíos, las designaciones cuestionadas y las denuncias de corrupción. No sorprende un creciente pesimismo e insatisfacción ciudadana”, comentó.
En esa línea, resaltó que el 67% de peruanos percibe que el Perú no está avanzando y se trata, añadió, de la percepción más pesimista en 31 años.
“40% de los peruanos dice, que en los últimos tres meses, ocurrió en su hogar que algún adulto solo comió una vez en el día. O incluso, no comió. Eso es doloroso y es absolutamente inaceptable. Urge exigir, como diría Basadre, un Estado en forma, que funcione”, detalló.
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