Dos días después de que se hiciera pública la denuncia contra Andy Polo por agredir físicamente a su esposa, Génessis Alarcón, el Portland Timbers, equipo en el que se desempeñaba el seleccionado peruano, anunció la rescisión inmediata de su contrato. A pesar de esto, las respuestas de los aficionados estadounidenses a las publicaciones del equipo en redes sociales fueron negativas, indicando que la dirigencia del club ocultó los hechos de violencia.
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En el comunicado presentado por el equipo, se indicó que tomaron conocimiento de una “disputa” entre Polo y Alarcón el 23 de mayo pasado en la que tuvo que intervenir la policía de Washington. “Lamentamos profundamente no haber suspendido a Polo de inmediato, especialmente considerando los preocupantes nuevos detalles de abuso que surgieron esta semana. Fue un error de nuestra parte, y uno que nunca volverá a suceder”, señaló el club.
Según especialistas consultados, Estados Unidos es una sociedad que no tolera los abusos contra las mujeres y que espera que sus instituciones compartan esta misma cultura. En el caso específico de Portland Timbers, el callar a pesar de tener conocimiento de los hechos generó un daño reputacional a su propia imagen frente a los aficionados.
“No todas las sociedades tienen un mismo parecer frente a los casos de violencia doméstica o abuso, depende de qué tanto está calando. Entonces, lo que pasó es que la expectativa en los hinchas de Estados Unidos [ante la reacción de su club en un caso de violencia a la mujer] es más alta y al ver que su institución contradice esa expectativa, genera un impacto negativo a la reputación del club”, explicó Miguel Antezana, profesor del diploma internacional en Comunicación Corporativa de ESAN.
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Este daño a la reputación puede llevar a que los aficionados de los clubes que se vean envueltos en un caso similar dejen de asistir a los estadios o de consumir sus productos oficiales.
“Si un hincha está alineado a estos valores [en contra de la violencia a la mujer] se esperaría que deje de asistir a ver los partidos de fútbol, que no los vea en televisión o que no compre camisetas o ‘merchandising’”, añadió Antezana.
Sin embargo, este tipo de cultura todavía está lejos de enraizarse en el Perú, situación por la que sus aficionados no reaccionarían de la misma manera en caso sus equipos presenten un caso de violencia. “En el caso peruano vemos la inconsistencia de mensajes. Cuando han pasado estos casos en el fútbol peruano hubo quejas de los hinchas, pero no hubo una reacción en su actuar. Siguieron yendo a los estadios, siendo hinchas, dando su apoyo a pesar de que dicen que el actuar [del club y de sus futbolistas] está mal”, advirtió.
Una muestra que confirmaría lo comentado es que si uno revisa las respuestas al mencionado comunicado de Portland Timbers sobre el despido de Polo, encontrará algunos comentarios de usuarios peruanos de redes sociales indicando que la decisión del club fue un error o se tomó de manera precipitada.
Para evitar que un equipo peruano vuelva a estar envuelto en situaciones de violencia, Raúl Rosales, director de la carrera de Administración y Negocios del Deporte de la UPC, aseguró que estos deben incluir cláusulas en los contratos de los jugadores para prevenir este tipo de actuar, o para poder separarlos en caso se registra una situación de agresión.
“En Estados Unidos y Europa los contratos tienen en línea al jugador. Tienen cláusulas de despido justificado e indemnización al club si se da este tipo de situaciones. Eso le falta incorporar a los clubes peruanos: un código profesional del fútbol, un código de conducta en el que no importa si eres el jugador más importante o el último en la línea, si delinques se termina tu contrato”, explicó Rosales.
Construcción de la imagen
Una semana antes de hacerse conocido el caso de Polo, Mason Greenwood, prometedor delantero de Manchester United, fue denunciado por su exnovia Harriet Robson por agresión y violación. La agraviada presentó pruebas en sus redes sociales. La reacción del club inglés fue inmediata: lo separó de su plantel profesional, removió todos los productos oficiales que se vendían con su nombre y ofreció cambiar gratuitamente todas las camisetas que los aficionados adquirieron con su nombre y número. La marca deportiva Nike también le retiró su auspicio inmediatamente.
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A pesar de que Greenwood solo tiene 20 años, ya disputó más de 100 partidos con los ‘red devils’, anotó 35 goles y su carta pase está valorada en 50 millones de euros, según la página web especializada Transfermarkt. La cultura institucional y la imagen del club pesaron más que una futura venta millonaria.
“Los errores, delitos o crímenes pueden ser inevitables para cualquier institución, porque ellas no pueden controlar el actuar de las personas que contratan. Pero sí tienen la opción de reaccionar. Manchester United dio un mensaje de apoyo a las mujeres y son estas acciones las que definen la cultura organizacional: cuánto estás dispuesto a pagar o a dejar de ganar por construir tu imagen. El costo monetario pudo ser poco frente a lo que ganarán de esta manera”, aseguró Rosales.
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Según Rosales, cada vez más se fortalece la tendencia mundial en la que los clubes de fútbol profesionales están combatiendo la violencia contra la mujer de manera abierta. Esto eleva las expectativas de los aficiones frente a cómo se reaccionará ante este tipo de casos. Asimismo, le da mayores responsabilidades a los clubes como figuras sociales.
“Ajax de Ámsterdam despidió a Marc Overmars [ex ídolo del club] de su rol como director deportivo por acoso. Hay una tendencia en la que el fútbol es un medidor sobre este tipo de actitudes. Ahora el club de fútbol tiene un rol distinto, porque ahora ya no solo interesa que gane el partido del fin de semana, sino que la organización deportiva comience a entender su rol social, que frente a este tipo de situaciones tenga una posición firme”, añadió Rosales.
Inversiones perdidas
Andy Polo fue vendido por el Monarcas Morelia de México al Portland Timbers por 2,27 millones de euros en 2019. Durante su paso por Estados Unidos, el seleccionado peruano disputó 75 partidos, anotó cuatro goles y dio tres asistencias. Tras la recisión de su contrato, el cuadro de la MLS no verá mayores réditos a su inversión.
Según Víctor Zaferson, cazatalentos y analista deportivo, la denuncia contra Polo no terminará con su carrera, pero probablemente pasará unos meses sin contrato. Otra posibilidad es que regrese a un club peruano. “Seguramente lo descartarán varios clubes y pase varios meses sin equipo. Quizás vuelva a Perú o el comando técnico de la selección lo puede recomendar a otro club, pero no creo que vuelta a tener las puertas abiertas en Estados Unidos o México”, indicó.
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Asimismo, resaltó que este es un mal precedente para el jugador peruano que busque emigrar a la liga de Estados Unidos. A pesar de que hay jugadores nacionales que llevan carreras largas en dicho país, los equipos tomarían más precauciones antes de contratar a otro jugador peruano.
“No creo que la MLS le cierre la puerta a los peruanos, pero ahora habrán más cuidados o filtros. Con este antecedente verán más su entorno familiar, su vida privada, se van a fijar en la parte personal antes de contratar”, agregó.
Actualmente el valor de mercado de Andy Polo, según Transfermarkt, es de 2 millones de euros. Al no tener club, no habrá ningún movimiento entre instituciones que implique el pago de esta suma de dinero.