Las universidades abrieron sus puertas para el retorno de sus alumnos de pregrado desde marzo pasado. Por la pandemia, debieron ajustar su modelo educativo, por lo que desde el primer confinamiento hasta el ciclo de verano del 2022 solo los cursos que requerían espacios físicos permanentemente, como los laboratorios, y algunas actividades extracurriculares se realizaban de manera presencial.
Sin embargo, el regreso a las aulas sigue siendo lento en comparación a la etapa prepandemia.
“Si lo contamos en cantidad de horarios, el retorno a la presencialidad está en alrededor del 20%, pero esto varía en función de la cantidad de horas”, comenta Claudia Zapata, directora de Asuntos Académicos de la Pontificia Universidad Católica. Asimismo, indicó que de momento el 50% de todos los alumnos tiene, al menos, una clase presencial.
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Si bien la asistencia presencial no es obligatoria en ninguna de las universidades consultadas, estas se encuentran a la espera de que el Gobierno reduzca los requisitos para operar. Hoy, por ejemplo, los salones deben asegurar que hay una distancia superior a un metro entre cada estudiante.
“La restricción hace que las aulas tengan su aforo reducido a la mitad. Nosotros podríamos hacer más turnos, pero necesitaríamos más profesores y conseguir especialistas capacitados en algunas áreas es difícil. Actualmente operamos con el 40% de clases presenciales”, detalla Susana Vegas, vicerrectora académica de la Universidad de Piura.
“Crecimos en un 15% en la cantidad de profesores para este tramo de pasar de la virtualidad a la presencialidad”, añade.
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Por otro lado, la Universidad ESAN todavía no reinicia sus clases presenciales, pero está adecuando su infraestructura para que un tercio de sus clases de pregrado se realicen en su campus desde el segundo semestre. “En el segundo semestre tenemos proyectado que un tercio de las clases se dicten totalmente en la presencialidad. Un tercio que serán virtuales y un tercio híbridas o semipresenciales”, afirma Jorge Cortez, decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad ESAN.
Más alumnos, más presencialidad
Luego del golpe de la pandemia, las universidades sufrieron un ligero retroceso en la cantidad de alumnos. Según explican, con la reactivación económica también están teniendo una recuperación en sus matrículas. “Desde el año pasado vemos que la demanda de alumnos se viene incrementando. Este semestre 2022-1 se ha logrado superar el número de estudiantes matriculados durante el periodo 2021-1″, afirma la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en un comunicado dirigido a Día1.
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Así, se espera que hacia finales de año, con menores restricciones, se tenga una recuperación significativa. “Proyectamos que el segundo semestre del 2022 será cercano a los niveles prepandemia”, concluye Zapata.
El costo del equipamiento
Las aulas híbridas son salones con una cámara o proyector que sigue al docente y un sistema que transmite la clase en vivo a través de una plataforma digital. Algunas universidades ya las usan para sus clases semipresenciales.
Para la Universidad ESAN, equipar un aula cuesta aproximadamente US$5 mil. “El 50% de las aulas se están equipando para el modelo híbrido”, afirma Cortez.