IBM apunta a acompañar el proceso de transformación digital de las empresas con sus nuevas tecnologías y el lanzamiento de su nuevo servicio de agencia digital en el Perú. Álvaro Merino Reyna, gerente general de la firma en el país, cuenta a Día1 cómo será este proceso y cómo potenciará estos servicios.
-Hace casi un año que asumió las riendas de IBM en el Perú, ¿cómo han sido estos meses?
Aunque estuve en Colombia unos años, conocía bien la operación peruana, donde encontré muchos avances. Uno de ellos ha sido el ‘hub’ de innovación (con el principio del Internet de las cosas), que estamos repotenciando. Y estamos desarrollando el servicio de inteligencia cognitiva (Watson) y el lanzamiento de nuestra agencia digital.
-En los últimos cuatro años consiguieron duplicar su tamaño en el mercado, ¿cuál es la meta para los próximos cuatro?
Es difícil dar una proyección, ya que el crecimiento va de la mano con los niveles de adopción tecnológica del mercado. Hoy estamos en una etapa de transición, de optimización y uso de las tecnologías, por lo que el crecimiento ya no es tan grande como hace unos años. Mi meta es duplicar o triplicar el volumen de soluciones transformacionales (Internet de las cosas, analytics, inteligencia artificial, entre otras modalidades) para las empresas.
-En esa línea, ¿cómo avizora el proceso de transformación digital en el país a futuro?
Nos estamos acomodando a las nuevas tecnologías que están transformando al mundo. Yo veo que los próximos dos años serán de transición hacia la transformación digital. Las empresas se están animando a probar cosas nuevas que les genere valor o eficiencias.
-Ante ello, el anuncio –hecho en el 2015– de un nuevo data center en Lima, ¿se concretará de todas maneras?
Tenemos dos centros de datos y, por ahora, no vamos a tener otro en Lima, dado que cada vez se opta más por la nube. Pero sí tenemos la idea de construir un data center de contingencia en provincias, en una zona alejada.
-¿Cuánto se invertiría en ello?
Depende del tamaño, los equipos, pero calculo que sería alrededor de US$17 millones, un costo similar al de Colombia. Un data center de contingencia tiene que tener buen nivel de especialización.
-En cuanto a los servicios en el Perú, mencionó el lanzamiento de la agencia digital. ¿En qué consiste este nuevo negocio?
La agencia digital IBM Interactive Experience ayuda a los clientes en el proceso de transformar su propio negocio a largo plazo y con la tecnología apalancando sus capacidades. Un ejemplo de ello es Primax Go, ‘app’ mediante la cual se puede comprar tanto el combustible como lo que se desee en la tienda de conveniencia. Permite mejorar la atención, rapidez, y genera un mayor consumo.
-¿Qué otras ventajas otorga a las empresas?
Siguiendo el caso anterior, a la empresa se le abre un abanico de opciones. Uber nos enseñó que los modelos de negocio cambian con la tecnología. Por ejemplo, puede surgir una tienda virtual o líneas de negocios distintas, las opciones son ilimitadas. En otros países, IBM participó en la creación de un banco digital y eso se puede extender a más rubros.
-¿Cómo prevé expandirse con este servicio?
En esta primera fase, vamos a buscar a las empresas más grandes del mercado por el nivel de transformación al que se dirigen. Con el resto del mercado, lo desarrollamos con socios. Actualmente, estamos trabajando con seis o siete empresas en cosas muy específicas. Una de ellas es Primax.
-A su vez, este año IBM desarrolló con más fuerza el servicio de inteligencia cognitiva (Watson), ¿cuál es la proyección?
Así es, este año estamos más preparados para explotarlo. Por ejemplo, el BCP anunció a Arturito, que tiene detrás una inteligencia cognitiva que puede conversar con las personas y eso va a ir en aumento. Siempre a raíz de un caso positivo, se despierta el interés de más industrias y, por ende, clientes.
-¿Cuántas empresas están trabajando con inteligencia cognitiva en el Perú?
Ahora tenemos entre 20 y 25 empresas con las que trabajamos alguna iniciativa particular con tecnología Watson.
-¿Qué sectores ya la están adoptando?
Banca, headhunters, seguros son algunos de los rubros con los que trabajamos temas puntuales. Te cuento un caso, una firma de headhunters lo utiliza para la selección de los perfiles que busca. Watson no solo procesa la información de las hojas de vida sino la de sus redes sociales e información de Internet. Seguros Rímac, por su parte, lo emplea para procesar la información de sus asegurados en casos de algún incidente.
-¿Cuánto puede generar en ahorros?
Sin duda, las eficiencias que consigue tienen un impacto. En el caso de Rímac, se reportó que antes, 120 personas revisaban el 20% de las solicitudes, mientras que con Watson se lograba el 100%. La headhunter, por su parte, pasó de procesar los datos de los candidatos de 10 minutos a solo uno. El potencial es muy alto, aún se entrena al sistema para que pueda ingresar a más sectores, según las necesidades de los clientes.
-Y por el lado del ‘hub’ de innovación, ¿de qué manera se pueden explotar las soluciones que vienen trabajando?
En el ‘hub’ de innovación hemos trabajado una solución para monitorear y analizar las mermas en energía para diferentes empresas del mercado. Estamos repotenciando este ‘hub’ con personal e inversión para buscar nuevas áreas donde también podamos utilizar el principio del Internet de las cosas. Por ejemplo, en transporte, para verificar y monitorear todo lo referido a la ruta, velocidad y carga de una flota.
-¿Qué oportunidades han identificado?
Las soluciones se pueden aplicar a cualquier industria, como minería, almacenes o banca.
-Con estas nuevas tecnologías en marcha, ¿cómo ha cambiado su portafolio?
Actualmente, dividimos nuestros servicios en dos: operacionales y transformacionales (agencia digital, analytics, Watson). La primera aún concentran el 70% de nuestro negocio y aún crece a mayor ritmo.
-¿En algún momento los servicios transformacionales alcanzarán el 50%?
Considero que eventualmente va a llegar. Lo que sí se da es que la parte operacional va a seguir creciendo, porque cada vez hay más data, más información y la necesidad de procesarla. No obstante, las empresas están optando cada vez más por cambiar las reglas de juego.
-Hacia esa transformación, ¿cuáles son las barreras y ventajas que han encontrado?
Yo te diría que cuando tratas empresas mucho más tradicionales, hay mucha resistencia al cambio. Y ahí nuestra ventaja es el tiempo, el mercado busca resultados muy rápidos, por lo que lo ideal son los proyectos específicos de uno o dos meses. Aunque también encontramos algunos procesos más lentos, que toman medio año a más.