La oferta de 'low cost' está incorporando a viajeros que se suben a un avión por primera vez.
La oferta de 'low cost' está incorporando a viajeros que se suben a un avión por primera vez.
Carlos Hurtado de Mendoza

En apenas tres años (desde el 2017, cuando ingresó Viva Air al Perú), el formato ha captado el 20% del mercado aerocomercial en nuestro país. Y tamaño despegue, que se ha dado en medio de una recomposición del sector que ya dejó fuera de competencia a dos aerolíneas ( y ), parece que llegará más alto: podría cubrir el 30% del ‘market share’ local para el 2021, según Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI).

¿Qué sustenta esta proyección? Un dato simple y prometedor (para los jugadores hoy en carrera): sin Peruvian operando, este 2020 quedará libre 10% del mercado, poco más de un millón de pasajeros que estarán a merced de la compañía que los convenza de abordar, con base en las estadísticas de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que mostramos en la infografía adjunta.

El mercado doméstico se viene reacomodando desde el 2017.
El mercado doméstico se viene reacomodando desde el 2017.

Ojo, además, que este avance de la oferta ‘low cost’ (que incluye también a Sky desde el año pasado), se ha dado sobre todo ampliando la torta de pasajeros, con viajeros que por primera vez se han subido a un avión, muchos de los cuales forman parte de esos dos millones de clientes que se han incorporado al mercado desde el 2017, y que antes solían utilizar los buses interprovinciales: un nuevo perfil de usuario para el que no son determinantes ni los ‘snack’ ni las bebidas para trayectos de una hora o menos.

RUTAS DE EXPANSIÓN

¿Qué factor será determinante para esta ‘lowcotización’ del mercado local? Según Stephen Rapp, CEO de Viva Perú, la infraestructura. Por ello propone utilizar la base aérea Las Palmas como aeropuerto alterno al Jorge Chávez, un tema a discutir con Lima Airport Partners (concesionario de nuestro primer terminal aéreo).


Otra salida –de acuerdo a Carlos Gutiérrez– será utilizar algunos centros de conexión regionales, ‘hubs’, en provincias como Cusco, y a la vez ampliar la operación a la noche en los aeropuertos del interior, algo que podría incrementar notoriamente el número de pasajeros que vuelan dentro del país, que deberían ser 13,6 millones en el 2019, un 8% más que en el año anterior.

El Cusco es un caso para destacar, pese a sus limitaciones de infraestructura. Por ahora ya se conecta –vía vuelos directos– con Colombia, Bolivia y Chile; y podría hacerlo con Brasil (vía la ‘low cost’ Gol) y con Argentina (vía Latam), según el ex titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Roger Valencia. Su ejemplo puede ser adaptado a otros ‘hubs’ como Arequipa y Trujillo (que reciben vuelos de Chile), Pisco, Chiclayo (que se conecta con Panamá), Iquitos y Piura, apunta el ejecutivo a Día1.

Esta sería una fórmula genuinamente peruana para impulsar el mercado: sin mayor infraestructura, pero igual descentralizada.

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