Microsoft llegó al país, a través de dos distribuidores, en 1992, pero fue recién en 1994 que montaron su propia oficina local. Giovanna Cortez, actual gerenta general de la empresa, tuvo la oportunidad de iniciar su carrera en uno de esos distribuidores (Cosapi Data). Ella nos explica la transformación total del negocio que se está viviendo hoy de la mano de la Inteligencia Artificial (IA), tanto al interior de la multinacional como en el resto de industrias locales.
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¿Hay grandes diferencias entre el Microsoft de hace 25 años y el actual?
Grandes cambios. Muy drásticos, sobre todo en los últimos seis años. Microsoft es completamente diferente. Empezando por los productos. Hoy ofrecemos servicios. Antes ofrecíamos contratos de licencias de software por uno o tres años con los clientes. Eso masificado a través de una gran red de distribuidores.
¿Es el fin de las cajas o del software empaquetado?
De las cajas hemos pasado a buscar entender cuáles son las soluciones que van a agregar valor a las verticales de negocios. Ahora ofrecemos el software como servicio. Y eso implica una relación muy diferente con el usuario y en la forma en que trabajamos. Por ejemplo, al equipo comercial no se le mide por la facturación del momento sino según cuantos clientes están usando nuestra plataforma o qué tanto están poniendo en la nube.
Pero, ¿siguen vendiendo cajas?
Ya más del 50% de nuestro negocio o las ventas están en la nube. Y todos los productos incluyen IA con una integración transparente, abierta. Lo que queda no son cajas propiamente sino licencias perpetuas, es decir pagan solo una vez por la licencia y luego una cuota por las actualizaciones.
El año pasado comentaron que las ventas de soluciones cloud crecían a triple dígito. ¿En el 2019 se está manteniendo el ritmo?
Está ahí. No puedo dar mucho detalle. Pero se mantiene el mismo ritmo.
¿Y es parejo en todos los sectores o tamaños de empresas esa alza en la demanda?
En realidad tenemos proyectos en todo tamaño de empresa y en todos los sectores, sin exclusión de ninguno. La startup nace tecnológica. Ahí el reto es usar la IA para aprovechar mucho más la data. En las medianas pasa por animarlas a contratar soluciones de gestión de negocio por suscripción mensual en la nube. Ellas ganan porque ya no necesitan hacer grandes inversiones en las cajas y la infraestructura. El gran reto son las transformaciones culturales.
¿Cómo vamos en adopción de IA en Perú?
Hay una gran diversidad de proyectos grandes y medianos también. Incluidos nosotros mismos [risas]. Ahí donde hay data se puede poner IA. Yo creo que se ha más que duplicado su uso. En todos los sectores, sin excepción.
¿Que implica atender todos los sectores? ¿Incluir perfiles distintos en el staff?
Por supuesto. Requiero socios que se especialicen en sacarle jugo a la solución acorde a un público específico. El perfil es otro. Además tengo que saber relacionarme con otros actores. Nosotros, por ejemplo, solo teníamos relación con el gerente de tecnología. Hoy, si no somos capaces de ir a hablar con el gerente de recursos humanos para entender como comunicar el cambio que implica usar la tecnología, no estamos haciendo un buen trabajo. Para eso necesitas otro perfil de personas.
¿Esa transformación cultural implica también dejar de lado al ingeniero que vive cuidando el secreto de su código e incluir al experto en un sector en particular?
Exacto. No puedes quedarte mirándote el ombligo. Ese cambio cultural es una de las cosas más ricas. Yo lo he vivido en carne propia. Yo entre a la gerencia justo cuando Satya Nadella asume el rol de CEO. Ya habían indicios de ajustes, pero igual éramos rentables. No estábamos mal. No puedes esperar a estar mal para hacer los cambios. El ajuste fue fuerte. Lo primero que hizo es tener una apertura mayor al mercado y alianzas impensables.
¿Te refieres a sus antagonistas, los eternos rivales de Gates, Linux y el código abierto?
Exacto. Microsoft con Linux. Y en dispositivos Apple. Eso fue ¡Guauuu!
¿Quizás ese cambio de filosofía -abrir el código del software- para atender la tendencia del mercado les evitó sucumbir? ¿Sin eso serían aun un gigante?
¿Who knows? Lo importante es que se decidió el cambio y seguimos como la primera o segunda empresa más valiosa del mundo.
Ese cambio cultural interno -“amistarse” con el enemigo- no debió ser fácil...
El tema cultural es uno de los más importantes del cambio. Ofrecer servicios implica dejar de ser los “sabelotodo” y convertirnos en seres empáticos. Y aprender. Si no nos esforzamos en aprender no podremos ofrecer lo mejor. Pero rescatando lo bueno que ya teníamos. Como por ejemplo la filantropía.
Estaban desarrollando un proyecto para llevar Internet a zonas rurales usando la señal de TV que no se usa. ¿Se concretó?
Está a punto de salir en el Perú. En Colombia ya salió. Se trata de usar esos espacios blancos en la frecuencia de TV para pasar Internet en la última milla. Yo confío que el 2020 sale adelante. Pero tenemos otras iniciativas. Está el “IA for Earth”. Es un programa de filantropía para ofrecer analítica de datos a instituciones que buscan una mejora en el medio ambiente. Estuve hablando con gente de reforestación y se puede ayudar mucho ahí.
¿Sienten que cumplen con ser un buen predicador del IA, como “Fray Ejemplo”, ese que predica con el ejemplo?
[Risas] Totalmente identificada. No lo tengo resuelto. Pero lo vivo a diario. Estamos en un “re-skiling” gracias a la IA. El personal tiene ciertas capacidades, pero ahora necesita otras. El IA no te quita el trabajo. Por ejemplo, a mí me tomaba horas pronosticar las ventas del próximo año o trimestre. Se analizaban muchas variables para llegar a un número que se presentaba al CEO. Ahora el número viene de arriba hacia abajo. Gracias a la IA que analiza todas las variables y tendencias, ellos te dicen cuanto crecerás.
¿Y eso no les hace temer ser reemplazados por robots? ¿No es la IA una rival?
¡Nooo! [Risas] La IA incrementa las capacidades humanas. Nos complementa. No es una rival. Existe el temor en el ambiente, pero no. Sí soy reemplazado por robots en algunas funciones. Pero yo ahora tengo tiempo para otras labores creativas o que requieren más discusión. Y todas esas miles de horas que ya no dedico a planeación las uso para entrenarme en ofrecer más valor al cliente o al socio, que ya no es el mismo.
¿Los canales de distribución han mutado?
Los competidores son los de siempre, pero los partners o socios han cambiado. Entre los 2.300 socios tenemos muchos integradores que no hacían nada con nosotros algunos años atrás. Son socios orientados a soluciones especificas para nichos.
¿Y el contexto socio-político del país no ha aminorado el interés en invertir en IA?
En realidad creo que estoy en el sector correcto. El peruano es bastante abiertos a la adopción del cloud. Por ejemplo, las cuatro principales pesqueras ya confían en la nube de Microsoft y el 70% del mercado bancario local utiliza Azure [con IA]. En este momento las empresas enfrentan muchos retos, pero saben que necesitan más tecnología para ser más eficiente y competitivas. Incluso si tienen una posición líder, saben que si no se transforman puede venir un chiquito con algo disruptivo y perjudicarlos. En dos años se espera que toda la gran empresa use IA. Por eso las expectativas de ventas son buenas.