"Nos quedan 362 para demostrar que se pueden hacer las cosas bien". (Foto: GEC)
"Nos quedan 362 para demostrar que se pueden hacer las cosas bien". (Foto: GEC)
María Rosa Villalobos

Con muchos sobresaltos y casi sin aliento, llegamos el viernes pasado a final del 2021, año en el que el rumbo político del país dio un cambio significativo.

El verano del 2022 llega con la esperanza de que estos 365 días sean mejores que los 365 previos. No obstante, el panorama desde este punto del flamante nuevo año es incierto y poco alentador. Y es que los grandes puntos de dolor del país no se desvanecen de un año a otro.

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Para el Gobierno, el frente minero seguirá siendo, al menos al inicio del año, un tema por resolver. El diálogo en Las Bambas –esperemos esta vez definitivo– se retomará el 18 de enero, y si, finalmente el conflicto llega a su fin, la consolidación de la tan ansiada confianza que necesita el empresariado nacional y extranjero para continuar apostando por el Perú estaría aún lejos de ser alcanzada. Más allá del resultado, los reflectores están ahora más que nunca en la gestión de los conflictos, en las palabras, acciones y gestos de las autoridades. Lo que hacen y dicen importa tanto o más que lo que logran.

Desde el frente educativo, este es un año en el que habrá que luchar por la calidad, la rigurosidad y los estándares que nos permitan avanzar como país. No debemos retroceder ni un solo paso en la defensa de uno de los más difíciles y vitales objetivos que debemos alcanzar: la enseñanza de calidad.

La salud, sin duda, seguirá siendo un frente frágil y preocupante. Las dolencias del sistema son bastante conocidas, pero es la gestión de los recursos de este sector tan golpeado la que debería resaltar.

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Los sectores Transportes y Comunicaciones, y Turismo y Comercio Exterior juegan también sus propios partidos, enfrentando distintos niveles de dificultad. El primero, que cuenta con el mayor presupuesto para inversiones, deber estar ya trabajando en actualizar y revisar su plan infraestructura. El segundo, en tanto, deberá continuar abriéndose camino en el campo de las restricciones y complicaciones logísticas.

Así, este año llega con retos y también con una larga lista de pendientes que requerirán de mejores capacidades de negociación, mejores estrategias, transparencia y liderazgo. Y nos quedan 362 para demostrar que se pueden hacer las cosas bien.

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