En los últimos 10 años, se han invertido US$33.000 millones vía asociación público privada (APP), lo que representa el 16,5% del PBI. Sin embargo, el Banco Mundial ha identificado tres aspectos que deben mejorarse.
SIN ESQUEMA
“El Perú no tiene project finance", señaló Pedro Luis Rodríguez, economista líder de Programas de Capital, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial. Detalló que lo que se ha experimentado en el Perú es "un híbrido extraño" de colocar al Estado dentro de la financiación del proyecto para que el sector privado se anime a participar en el proyecto. "Por ende, se hacen los certificados de pago, las renegociaciones, donde el gobierno recibe el residual de los sobrecostos pactados”, señaló Rodríguez. El especialista explicó que la figura de project finance es importante, pues permite, entre otras cosas, que haya espacio fiscal.
Asimismo, Rodríguez criticó que los bancos no sean tan flexibles para financiar proyectos en el Perú. “Estamos viendo bancos comerciales que financian por 20 años y más en los otros tres países de la Alianza del Pacífico [México, Colombia y Chile], incluyendo bancos peruanos en Colombia, pero la financiación que se obtiene en el Perú es muy corta”, señaló Rodríguez.
De ahí que destaque como positivo que se cambie el esquema de pago por construcción que hoy se utiliza. “El concepto de APP es pago por disponibilidad de servicios. Ya llevamos casi ocho años en el Perú sin que sea un pago por disponibilidad de servicios. Será doloroso para todos los actores; pero debe pasarse a un hito [de pago] por servicios en disponibilidad”, comentó el experto.
De hecho, el Ministerio de Economía y Finanzas también ha señalado que el gobierno tiene como meta migrar hacia este modelo, que es utilizado ampliamente en el sector de energía actualmente.
DESCONFIANZA
El Banco Mundial remarcó que la situación macroeconómica del Perú es una de las mejores en la región; pero que, pese a ello, no tiene credibilidad de pagos frente a financistas. “Al Perú los bancos le exigen certificados de pago -ni a Colombia ni a México le exigen eso-, porque la credibilidad de los pagos [del Perú] no está establecida”, señaló Rodríguez.
El especialista colocó como ejemplo el hecho de que para un proyecto en Colombia basta con que se emita una norma de forma rigurosa por parte del gobierno, para que así las agencias crediticias valoren tal decisión como un pago seguro, “independientemente [de que en Colombia] no haya plata, no haya presupuesto, de que la deuda esté subiendo”, lo cual es totalmente opuesto a la situación macroeconómica del Perú, señaló el representante del Banco Mundial.
MUCHO OPTIMISMO
“Me parece muy importante los esfuerzos del gobierno de mejorar ProInversión. Pero tal vez un error sea prometer mucho”, advirtió el economista del Banco Mundial. “Hay que pensar que procesos institucionales [como los hechos en el Perú a través de normas sobre APP] toman tiempo. En 10 años las APP seguirán creciendo en el Perú. Habría que ser más modestos en lo que se promete en los próximos tres años, simplemente, por los cambios tan importantes que se están realizando, y que son muy necesarios y profundos”, sugirió Rodríguez.
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