(Foto: AFP)
(Foto: AFP)
Inés Temple

Aunque a muchos aún les cuesta aceptar la idea, desarrollar una buena es una estrategia clave para el éxito en toda actividad profesional y personal. Por ejemplo, data validada por KPMG confirma que casi el 85% de nuestros procesos de recolocación concluye exitosamente gracias a la acción de la red de confianza, una vez que se aprende a validarla, apreciarla y desarrollarla cuidadosamente.

Muchos piensan erradamente que crear o mantener una buena red de confianza pasa por tener contactos de mucho nivel, con poder o dinero que nos puedan dar favores o ventajas. Nada más lejano que eso. Los contactos son quienes “venden” nuestros servicios –no quienes los compran– y son quienes nos refieren o recomiendan como nuestros mejores “publicistas”. Pero, claro, para eso ellos antes deben creer y confiar en nosotros y ojalá apreciarnos y respetarnos.

Desarrollar una red de confianza positiva requiere la decisión consciente y voluntaria de establecer y mantener vigentes vínculos genuinos y de largo plazo donde el aprecio, la confianza y el respeto sean mutuos. Y para eso, la clave es conectar y hacerlo en cada interacción. Sea que se trate de desarrollar una relación nueva o traer a valor presente una antigua, el primer paso siempre es conectar.

Aquí algunas ideas para conectar mejor, más rápido y más correctamente:

• Nada como la calidez para generar confianza. La calidez es el aceite que hace fluir la confianza, clave para cualquier interacción humana. Quien es percibido como frío o distante genera desconfianza, no sabemos si es amigo o enemigo. Tampoco se trata de ser cálido sin tener el respaldo del esfuerzo, la ética o la corrección. Se trata siempre de ser competente y cálido. Eso genera admiración en lo profesional y personal.

• Ser sencillo y bajarse del pedestal es fundamental para conectar. Lo es también tratar a todos por igual y como iguales siempre y en toda circunstancia e interacción, sin poses, roles, ni arrogancias tratando de impresionar. La conexión básica se da en la relación amistosa entre dos personas, no entre gerentes, profesionales o autoridades en sus roles de tales.

• Ser auténtico, ser uno mismo y poder abrirse –y hacerlo primero– mejora las posibilidades de conectar positivamente y encontrar pronto cosas en común. No siempre es fácil, abrirse nos obliga a veces a asumir ciertos riesgos, pero de no hacerlo la otra persona tampoco lo hará y la conexión no fluirá.

• Es vital ser sincero en el abordaje a las relaciones. Tratar de usar a las personas, manipularlas o acercarnos a ellas por razones de interés se hace evidente muy pronto y genera rechazo inmediato. Uno siente esas intenciones y desconfía. Para conectar es importante tener y mostrar un genuino interés por el otro y dar afecto sincero. Conectar se trata de dar energía positiva al otro y hacerlo con generosidad. Es siempre muy grato darla y por supuesto recibirla y, más aun, ¡en un día como hoy! ¡Feliz día a todas las mamás!

Contenido sugerido

Contenido GEC