Esta semana, el BCRP firmó un acuerdo con la Corporación Nacional de Pagos de la India para implementar una plataforma de pagos minoristas en el país. Se espera que dicha plataforma facilite la introducción de nuevas modalidades de pagos digitales, promueva la innovación y la entrada de nuevos participantes en el mercado de servicios de pago. Este esfuerzo acelerará la inclusión financiera y se suma a la mayor adopción y uso de las billeteras móviles vista en los últimos cuatro años.
Crecimiento exponencial
El número de transacciones minoristas mensuales promedio que se realizan a través de billeteras digitales pasó de 500 mil en enero de 2019 a 475 millones en marzo de 2024. Así, en un día promedio, hoy se registran 15,8 millones de transacciones en billeteras móviles, equivalente a todas las transacciones que se realizaron entre enero y noviembre de 2019.
Dos momentos clave de este crecimiento fueron las restricciones producto de la pandemia y la interoperabilidad entre las billeteras digitales regulada por el BCRP. De esta manera, estas superan largamente a otros medios de pago como las tarjetas de débito y crédito, cuyas transacciones resultan tres veces menor.
Consistentemente, el número de usuarios de estos aplicativos se ha expandido notablemente en los últimos años. Por ejemplo, al cierre de 2023, Yape acumulaba 11 millones de usuarios activos, lo que equivale al 46% de la población adulta del país y resulta casi 17 veces mayor que en inicios de 2020 (2,7%).
Inclusión financiera y comercio electrónico
Las billeteras digitales han demostrado ser un vehículo para la promoción de la inclusión financiera. Según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), el porcentaje de adultos que realizó pagos por Internet o celular se multiplicó 6,5 veces entre 2019 (1,9%) y 2023 (12,4%).
El avance en el uso de modalidades de pago digitales, sin embargo, muestra diferencias según el nivel de ingresos. Aunque el porcentaje de los adultos que realiza pagos por Internet o celular en el quintil de menores ingresos aumentó de 0,4% en 2019 a 6,3% en 2024, este es mucho menor al 29% registrado en el quintil de mayores ingresos.
Además, con el establecimiento de la interoperabilidad en el último año, los mayores avances se han concentrado en la costa. Entre 2022 y 2023, el porcentaje de la población de Lima Metropolitana y el Callao aumentó en 14,2 puntos porcentuales (pp.), seguido de Moquegua (12,7 pp.) y La Libertad (12,1 pp.).
El significativo crecimiento del uso de las billeteras digitales también ha impulsado los pagos cuenta a cuenta (sin intermediarios), los cuales se han convertido en el método de pago de más rápido crecimiento para ventas en línea en el Perú, según el Global Payments Report 2024.
Además, al facilitar los pagos en comercios, servicios y transferencias, el uso de billeteras digitales ha contribuido al notable avance del comercio electrónico en el país, especialmente durante los últimos años. Según Capece, el número de transacciones en línea o e-commerce se multiplicó 3,3 veces a nivel nacional entre 2019 (4 millones) y 2023 (13 millones).
Comparativo internacional
El uso de billeteras digitales para compras en establecimientos físicos ha crecido de manera significativa en la región. Este es el caso de Perú, donde este medio de pago duplicó su participación del 7% al 14% del valor de las transacciones entre 2020 y 2023. Además, Worldpay estima que dicha participación se duplicaría para el 2027, incluso superando a Argentina. No obstante, se mantendría rezagado frente a Brasil, que lidera en la región ante la rápida adopción de su sistema de pagos instantáneos Pix, implementado en 2020 por su Banco Central.
El despliegue de iniciativas privadas junto con una regulación que promueva la innovación y la competencia continuarán impulsando un ecosistema de pagos digitales que contribuya a la inclusión financiera. Esta a su vez es motor del desarrollo pleno de las personas, de la reducción de la pobreza y una economía más formal. En ese sentido, resultan positivos los avances que autoridades y privados materialicen y que permitan cerrar las brechas geográficas y de nivel de ingresos en el uso de estos servicios.