Los precios del cobre subían el martes, tras datos que mostraron un inesperado rebote de la actividad fabril en China, pero se encaminaban a su peor trimestre desde 2011, ya que el brote de coronavirus cerró gran parte de la economía mundial, reduciendo la necesidad de metales.
A las 1204 GMT, el cobre referencial mejoraba un 0,88%, a US$4.811,30 la tonelada, pero acumulaba un desplome del 22% en el periodo enero-marzo. Mientras que, otros metales industriales cedían entre un 10% y un 20% en el primer trimestre.
El cobre se ha estabilizado en la última semana, ayudado por un aumento de la calma en las bolsas mundiales, un debilitamiento del dólar y el cierre de minas por los confinamientos decretados para combatir el coronavirus.
En China, el mayor consumidor mundial de metales, el índice oficial de Gerentes de Compras (PMI) se elevó a 52 en marzo, desde el colapso que experimentó en febrero a un récord mínimo de 35,7, pero los analistas advirtieron que no está garantizada una recuperación duradera en el corto plazo.
En otros metales básicos, el aluminio bajaba un 0,1%, a US$1.528,50 la tonelada; el zinc ganaba un 0,8%, a US$1.886,50; el níquel cedía un 0,1%, a US$11.310; el plomo subía un 1,1%, a US$1.722; y el estaño perdía un 1,5%, a US$14.280.