El rendimiento del bono del Tesoro a 30 años cayó este viernes a 1,84 %, su mínimo histórico, por los temores a una desaceleración del crecimiento económico global causada por el coronavirus de Wuhan (COVID-19) después del repunte de casos en las últimas estadísticas ofrecidas por el Gobierno chino.
La incertidumbre entre los inversores ha provocado un incremento en la compra de bonos del tesoro, un activo considerado “seguro” y al que se suele acudir en periodos de inquietud económica.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que un avance del patógeno mayor del esperado amplificará el impacto económico global, con efectos a largo plazo que provocarían una desaceleración de la economía de China más duradera de lo esperado.
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Hasta el momento, el Gobierno chino ha desvelado que el número de fallecidos en este país asciende a 2.236 y el de afectados supera los 75.500 casos, la mayoría en la provincia de Hubei, epicentro del brote.
Por ello, la ralentización de la economía china y sus consecuencias para el resto de países es la principal preocupación que señalan los analistas como causa para explicar el descenso de los rendimientos de los bonos estadounidenses.
El bono a 10 años, que ahora mismo rinde a 1,47 %, también ha caído a su nivel más bajo desde el pasado septiembre y acumula varios meses de descensos.
Asimismo, los analistas apuntan a que otro motivo que explicaría la bajada de los bonos del tesoro es que en Wall Street existe preocupación por el crecimiento económico y la falta de inflación durante un largo periodo de tiempo.
Además, las miradas de los inversores también se posan en la actuación de los bancos centrales y sus políticas monetarias, que califican de “flexibilizadoras”, y que según los expertos han provocado parte de la caída de los rendimientos puesto que, en los últimos años, la tendencia por parte de estos actores ha sido reducir las tasas de interés al ritmo más rápido que se recuerda desde la crisis financiera de 2008.