Los precios del cobre subían el lunes debido a que el resurgimiento del apetito por los activos de mayor riesgo impulsaba a los mercados bursátiles mundiales y lastraba al dólar, pero la desaceleración del sector manufacturero apuntaba a una débil demanda de metales.
A las 1129 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 0.2%, a US$ 7,933 la tonelada, después de haber alcanzado los US$ 7,955, su máximo desde el 5 de julio.
Los precios del metal utilizado en la energía y la construcción se desplomaron desde un máximo histórico de US$ 10,845 en marzo, ya que el rápido aumento de las tasas de interés se combinó con los confinamientos por el coronavirus en China para sofocar el crecimiento económico.
El cobre, sin embargo, ha subido desde un mínimo de US$ 6,955 que alcanzó a mediados de julio, por la esperanza de que el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense sea menos agresivo de lo previsto y de que China estimule su economía.
Los mercados bursátiles mundiales alcanzaban el lunes máximos de siete semanas y el dólar caía a un mínimo de un mes, lo que ayudaba a los metales que cotizan en el billete verde al hacerlos más baratos para los compradores con otras divisas.
La demanda de metales se ha silenciado, con sondeos que muestran una débil actividad manufacturera en toda Asia y Europa en julio, lo que aumenta los temores a una recesión.
En China, la desaceleración del sector manufacturero se sumó a la caída del sector inmobiliario y al aumento de los recortes de empleo.
Sin embargo, las autoridades chinas han prometido apoyar a los sectores con problemas y estimular el crecimiento, y están apareciendo señales de que la demanda está aumentando.
Entre otros metales básicos, el aluminio bajaba un 1.9% a US$ 2,441 la tonelada, el zinc caía un 0.3% a US$ 3,299, el níquel subía un 3.1% a US$ 24,345, el plomo ganaba un 0.7% a US$ 2,049 y el estaño sumaba un 1.8% a US$ 25,500.