Los precios del estaño cayeron este jueves desde su máximo nivel en siete años tocado esta semana, debido a una aguda escasez de material en el sistema de la Bolsa de Metales de Londres (LME), mientras que el cobre retrocedió en la sesión.
A las 1730 GMT, el estaño en la LME cayó un 0,2% a US$22.985 la tonelada, luego de que el martes llegó a los US$23.435, un pico desde 2014. Los precios del metal han subido un 13% este año, tras ganar un 18% en 2020.
Por su parte, el cobre a tres meses en la LME perdió un 0,4%, a US$7.811 por tonelada.
Las existencias de estaño en los almacenes registrados ante la LME se han desplomado desde las 5.500 toneladas de octubre a 810 toneladas, cerca de su nivel más bajo registrado. Los operadores están pagando enormes primas por contratos que prometen una entrega rápida de metal.
“La demanda es muy sólida”, dijo el analista de Commerzbank Daniel Briesemann. Agregó que es probable que los especuladores estén haciendo que el mercado esté aún más ajustado.
Los precios podrían aumentar más tras las vacaciones del Año Nuevo Lunar chino de este mes, pero deberían caer a unos US$20.000 hacia finales de año, apuntó Briesemann.
Sin embargo, las existencias en los almacenes de la Bolsa de Futuros de Shanghái han aumentado en los últimos meses hasta las 6.155 toneladas.
Se espera que el mercado tenga un déficit de 2.700 toneladas en 2021 después de un déficit de 5.200 toneladas en 2020, dijo la Asociación Internacional del Estaño en diciembre.