El peso argentino continúa tocando nuevos mínimos conforme se acentúa la crisis. (Foto: Reuters)
El peso argentino continúa tocando nuevos mínimos conforme se acentúa la crisis. (Foto: Reuters)
Agencia EFE

La actividad económica en registró en noviembre pasado una caída del 7,5 % con respecto a igual mes de 2017, informaron este jueves fuentes oficiales.

El dato fue divulgado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) al presentar hoy el Estimador Mensual de la Actividad Económica, que sirve como anticipo provisional para medir la variación del Producto Bruto Interno ().

La caída del 7,5 % registrada en noviembre es el mayor descenso interanual verificado en 2018, un año marcado por serias dificultades en la economía argentina.

Según las cifras oficiales, el índice que mide la actividad económica registró en noviembre un descenso del 2,3 % respecto a octubre último. Entre enero y noviembre de 2018, el indicador acumuló una caída del 2,2 %.

Según los últimos datos oficiales disponibles, el PBI de Argentina registró en el tercer trimestre del año pasado una caída interanual del 3,5 % y acumuló en los primeros tres trimestres de 2018 una bajada del 1,4 %.

Tras haber crecido un 2,9 % en 2017, la economía argentina se vio el pasado año golpeada por una combinación de factores adversos, domésticos y externos, no atendida a tiempo por las autoridades y que eclosionó en abril, bajo la forma de una fuerte inestabilidad en el mercado financiero.

Lo que parecía apenas una tormenta cambiaria pasajera era, en realidad, un síntoma de la desconfianza inversora hacia mercados emergentes, como el argentino, sumada a las dudas generadas en torno a la marcha de la economía local, afectada por una severa sequía, elevada inflación y un déficit fiscal difícil de sostener.

Al de abril se sucedieron otros sobresaltos financieros, que provocaron una fuerte depreciación del peso argentino, acelerando aún más la inflación, que cerró 2018 con un alza acumulada del 47,6%.

La elevada inflación y la alta tasa de interés fijada por el Banco Central como parte de una política monetaria más restrictiva han impactado negativamente en variables como el consumo, la financiación, la inversión y la actividad económica en general.

Según las proyecciones oficiales, compartidas por la mayoría de los analistas privados, el PBI de Argentina habría cerrado 2018 con una caída del 2,4 %.

La economía argentina no se contraía desde 2016, primer año de la gestión del presidente , cuando descendió un 1,8 %, pero, para hallar una caída que le supere en magnitud hay que remontarse a la calamitosa crisis de 2001 y 2002, cuando el PBI cayó el 4,4 % y el 10,9 %, respectivamente.

Para 2019, el Gobierno de Macri prevé que la economía se contraiga un más moderado 0,5 %, aunque pronósticos privados afirman que la caída del PBI podría ser ligeramente mayor.

Los analistas que mes a mes consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas de mercado indicaron este mes que el PBI se contraerá un 1 % en 2019, para recuperarse un 1,9 % en 2020.

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