Hace tan solo unas semanas, la economía de Chile avanzaba a un ritmo de crecimiento superior a 3%. Casi nadie se preocupaba por una eventual recesión.
Luz Díaz probablemente no esperaba tener que encerrarse en su tienda de comida vegana en la capital, mientras la policía se enfrentaba con manifestantes afuera.
Un mes de los disturbios más generalizados en una generación ha cambiado todo. Analistas ahora esperan que la economía de US$300.000 millones se contraiga este trimestre, y tratan de averiguar si la tendencia se extenderá hasta 2020, lo que significaría una recesión.
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La explosión social ha generado “una gran incertidumbre”, dijo Gonzalo Sanhueza, economista de la firma de servicios financieros Econsult en Santiago. “Cuando eso sucede, la inversión y la demanda del consumidor se congelan. Y eso lleva a una desaceleración”.
En todo Chile, las ventas minoristas se han desplomado y las pequeñas empresas, que representan aproximadamente 50% del empleo, han cerrado sus puertas. Los hoteles penden de un hilo por las cancelaciones. La infraestructura pública ha sufrido daños, incluidas 147 cámaras y más de 300 semáforos, dice el Gobierno.
Díaz comentó que en un mes, dos veces tuvo que refugiarse en su tienda en el exclusivo distrito de Providencia de la capital, y cubrir las ventanas con plástico negro, para evitar que los manifestantes vieran la madera en el interior y la convirtieran en combustible para barricadas.
En otras ocasiones, solo ha podido abrir durante medio día. Tuvo que prescindir de uno de sus dos empleados de ventas y dice que no puede permitirse más cierres: “No tenemos ahorros. Si no abrimos la tienda, no tenemos dinero para comprar nada más”.
Otras industrias también se han visto afectadas. La producción agrícola probablemente disminuirá 2% este año, debido a los paros en los puertos y la sequía, según la Sociedad Nacional de Agricultura. Su contraparte manufacturera espera una disminución de 1%, seguido de un resurgimiento en 2020.
CHILE NO PUEDE DARSE EL LUJO
El Gobierno ha prometido un gasto social de US$1.200 millones en pensiones para la población pobre y seguro de salud, lo que lleva el déficit presupuestario a 2,9%, desde 2%. Chile no puede darse el lujo de ir más allá para satisfacer las exigencias de los manifestantes, como un aumento de 50% en las pensiones, dijo el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, el lunes.
La semana pasada, el Gobierno y los partidos de oposición convinieron redactar una nueva Constitución para reemplazar la que data de la dictadura de Augusto Pinochet —lo que desencadenó un repunte del mercado por expectativas de que apaciguaría a los manifestantes.
Briones, quien había advertido anteriormente que podrían perderse 300.000 empleos, sonó más optimista después del acuerdo. Pronosticó que Chile evitará una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caída de la producción).
Los economistas todavía consideran que las probabilidades son de 50-50.
RIESGO ALTO Y EN AUMENTO
El riesgo “es alto en este momento, y aumentará más si los disturbios se extienden”, dijo Andrés Abadia, de Pantheon Macroeconomics. Actualmente espera que Chile escape de la recesión, pero por poco, y pronostica un crecimiento de 0,1% el próximo trimestre. Además, advierte que es “demasiado pronto para apostar por esta modesta ganancia”.
UBS AG es más optimista y espera que la economía se estabilice en el trimestre actual y crezca 0,4% en el próximo. Ricardo Consiglio, de la unidad local de Zurich Insurance Group, dijo que su escenario base no es una recesión, pero que el riesgo de contracción en ambos períodos sigue siendo alto.
Si bien una política fiscal más flexible apuntalaría la economía, los disturbios podrían limitar las medidas del banco central para coincidir con ese estímulo.
La semana pasada, los mercados de futuros contemplaban dos recortes de 25 puntos básicos a la tasa de interés de referencia del banco, actualmente 1,75%, en los próximos seis meses. Pero los operadores ahora esperan solo un recorte, ya que un peso más débil genera preocupaciones de inflación.
Hay algunos puntos más positivos en las perspectivas de Chile, entre ellos la industria del cobre, que representa la mitad de las exportaciones. “Sufrió mucho menos que el resto del país”, dijo Joaquín Villarino, jefe del Consejo de Minería.
Además, Chile se beneficiará si las señales de alivio de tensión entre Estados Unidos y China —sus dos principales mercados de exportación— se traducen en un acuerdo comercial.
Pero lo que más importa para las perspectivas de la economía es la política nacional, dijo Sanhueza de Econsult.
Las condiciones globales no han cambiado drásticamente en los últimos meses, “y no hemos tenido un desastre natural”, dijo. “Lo que hemos tenido es una crisis política y social”.