La agencia Moody's Investor Service colocó el miércoles la calificación soberana de Brasil en revisión para una posible baja a categoría especulativa, por un rápido deterioro del panorama macroeconómico y fiscal y el creciente riesgo de una parálisis política.
Si Moody's sigue el proceso usual, de tres meses de revisión para una baja, se convertiría en la segunda agencia en despojar a Brasil del grado de inversión, tras una decisión de Fitch Ratings en octubre.
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Una segunda baja a categoría especulativa o "basura" probablemente cause una fuga de capitales, porque a muchos fondos de pensiones y otros grandes inversores se les exige desprenderse de bonos cuando dos agencias por separado los califican fuera del grado de inversión.
Moody's, que tiene una calificación de Baa3 para Brasil, dijo que la "situación política se está volviendo más complicada".
"El inició del proceso de juicio político contra la presidenta a comienzos de diciembre genera más dudas sobre las perspectivas de cooperación entre el Congreso y la presidenta para aprobar medidas significativas de consolidación fiscal en 2016", destacó la agencia.
Cifras publicadas la semana pasada mostraron que la economía brasileña se contrajo un 4,5% en el tercer trimestre, en comparación con el mismo período del año anterior, lo que confirma la peor recesión en 25 años en la mayor economía de América Latina