(Foto: Reuters)
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Redacción EC

El año pasado, anunció que se retiraba del Acuerdo Trans-Pacífico de Cooperación Económica (). Sin la participación del país norteamericano, fueron 11 estados los que llegaron a firmar el documento bautizado, nuevamente, como Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, en inglés).

No obstante, la decisión de la Casa Blanca podría ser revertida tras los anuncios de esta semana.

Lindsay Walters, portavoz del gobierno, dijo que el mandatario estadounidense le pidió al representante comercial de Estados Unidos (USTR), Robert Lighthizer, y al consejero para política económica Larry Kudlow "que analicen si se puede o no negociar un acuerdo mejor".

Como se recuerda, el tratado fue promovido por Washington mientras Barack Obama era presidente. Así sucedió para combatir la creciente influencia económica de en el Pacífico. 

Pero, con la llegada de Trump al gobierno, la Casa Blanca anunció la salida de Estados Unidos en enero del 2017. Esto, para el país asiático, representó una oportunidad que podría ser más agresiva en el contexto actual, mientras ambos países están midiéndose y los rumores sobre una guerra comercial van en ascenso.

Con ello de fondo, y ante los aranceles impuestos por ambos países, Estados Unidos evalúa la posibilidad de atacar desde un frente que dejó de lado el año pasado, y que podría representar un golpe para China. 

"Solo nos incorporaríamos al TPP si el trato es sustancialmente mejor al que le ofrecieron al presidente (Barack) Obama", advirtió Trump en Twitter el mismo día en el que la Casa Blanca reveló que evalúa su regreso al acuerdo. 

Ayer, Wilbur Ross, secretario de comercio de la Casa Blanca, dijo que su gobierno cree en el libre comercio y descartó que la idea de regresar al TPP sea "completamente nueva". 

"El presidente (Trump) ha dejado claro durante mucho tiempo, y dejó extremadamente claro en Davos (Suiza, en enero) que bajo las circunstancias adecuadas, consideraría entrar en el TPP", sostuvo en el marco de la III Cumbre Empresarial desarrollada en nuestro país. 

Asimismo, el funcionario descartó la idea de restringir las acciones comerciales de China en Latinoamérica. 

"Pensamos que una de las maneras de Latinoamérica para avanzar en economía y desarrollo es una integración vertical (geográfica). Hay más variedad en los productos que compra EE.UU. a la región que en el caso de China, a donde solamente exportan metales. ¿Qué es más saludable para la región, el superávit comercial con EE.UU. o el déficit con China?", cuestionó. 

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