La expansión y consolidación que le tomó 13 años en alcanzar, la pandemia en cuestión de meses, como un castillo de naipes, se encargó de desmoronar. Es así como, la firma de helados gourmet y artesanales Anelare -que empezó con la venta de delivery- regresa después de más de una década a sus orígenes, obligada por la coyuntura que la llevó a cerrar seis de los siete puntos de venta que tenían en centros comerciales, revela Romina Remy, su fundadora.
“Estábamos, incluso, a punto de abrir nuestro octava tienda, pero esto evidentemente ya no fue posible. Ahora, solo contamos con el módulo del centro comercial Open Plaza Angamos (Surquillo) que fue el primero que abrimos en 2007 y que opera como punto de distribución”, detalla.
MIRA: Turismo de vacunas: ¿A qué ciudades de Estados Unidos están viajando los peruanos?
No obstante, lejos de rendirse, el espíritu emprendedor de su creadora hizo que apostaran por su reinvención, adaptándose a la nueva demanda y concentrando sus fuerzas en reformular su propuesta comercial (antes concentrada ‘en malls’ y en atender a un consumidor de paso) y en enfocarse en un consumo más familiar. Esto implicó el desarrollo de presentaciones de medio litro (con un total de 25 sabores) y la ampliación de la carta con tortas heladas y postres como el cinnamon roll, comenta.
“Nuestro modelo de negocio cambió y al cliente al que nos dirigíamos también y la compra del helado dejó de ser una compra de impulso para ser una compra planificada. Por ello, también cambiamos totalmente nuestra propuesta, incluyendo sabores de mayor gratificación y engreimiento, así surgió el extra menta fudge, terapia de chocolate y el birthday cake”, acota.
De esta manera, ya llevan casi un año (próximos a cumplir en mayo) apostando fuertemente por el delivery, lo cual implicó – además de implementar su propio sistema de entrega- nuevos retos, por un lado, lograr que el producto llegara en condiciones adecuadas y, de otro lado, asegurar que los clientes se sientan seguros de cómo recibían el producto, con el mínimo riesgo de contacto y de fácil desinfección. “Ante ello decidimos empacar los helados desde fábrica y realizar la entrega con doble protección”, señala Remy.
Asimismo, también trabajan de la mano de diferentes aplicativos como Rappi, Glovo, Cornershop, Fazil, La Liebre, entre otros.
RECUPERACIÓN Y ALIANZAS
Si bien las ventas, difícilmente, se equipararán este año a las del 2019, puesto que ya no tienen tiendas, estas se muestran alentadoras y con una curva positiva, ya que los ingresos en el local de Open Plaza aumentaron entre febrero y marzo en 20%, respecto a lo registrado en el mismo periodo del 2020, pese al confinamiento de febrero último, refiere la ejecutiva.
REVISA: Dark kitchens: ¿cuáles son los distritos de Lima más rentables para ubicar las cocinas que revolucionan el negocio del delivery?
“Los costos son diferentes y eso también ayuda. Pero, en general, este buen comportamiento comprueba que nuestra estrategia funcionó”, acota.
Aunque considera que este seguirá siendo un año duro como para reabrir tiendas, señala que han encontrado otros caminos para poder robustecer el negocio: como las opciones de cooperación con marcas a fin de generar sinergias.
Así, en esta nueva etapa para Anelare –cuyos helados son en base a leche, crema de leche, yemas y azúcar –han apostado por hacer alianza con la creadora de Claudia Cupcakes para compartir un punto de distribución en el distrito de San Miguel y de esta manera ampliar su cobertura y llegar a nuevos distritos.
“Esta alianza tiene dos propósitos: compartir un espacio y los gastos del alquiler del punto de distribución y también ofrecer nuevas opciones juntando los productos de ambas marcas y así dar más variedad a los fans y consumidores”, explica.
Indica, asimismo, que esta iniciativa se podría replicar también con otras marcas.
NUEVOS HORIZONTES
Esta alianza, además, ha permitido compartir experiencias y ver otros horizontes y canales de crecimiento.
En ese sentido, afirma que están evaluando la posibilidad de poder introducir su oferta de helados en cadenas de supermercados, puesto que consideran que todavía hay una importante oportunidad de expansión para los helados artesanales en el país. “Creemos que hoy hay mucho más espacio en la cadena de frío de los supermercados que antes de la pandemia”, estima Remy.
Recuerda que el consumo de helados en Perú es uno de los más bajos en la región, con 1,33 litros percápita anuales; mientras que en Chile llega a los 8 litros por persona.
Cabe destacar que, la firma tiene su centro de producción en La Molina, donde elabora los helados para abastecer a sus puntos estratégicos: San Miguel, Open Plaza y en La Molina.
Contenido sugerido
Contenido GEC