La gigante automotriz Volkswagen está contras las cuerdas, recibiendo castigo por haber hecho trampa en las mediciones de emisiones contaminantes de algunos de sus motores.
Y muchos analistas temen que, para compensar por el impacto del escándalo sobre sus finanzas, podría terminar sacrificando algunos de sus programas en el mundo de los deportes.
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La automotriz es una de las compañías más activas en el automovilismo, con participación es diversas categorías a través de las numerosas marcas que componen el grupo, además de ser propietaria del club de fútbol Wolfsburgo.
Y también tiene otras acciones en la Bundesliga alemana, en el Bayern Múnich y en el recién ascendido Ingolstadt, a través de su subsidiaria Audi.
Sumando los acuerdos de patrocinio alrededor del mundo, el Grupo Volkswagen destina anualmente cientos de millones de dólares a su área deportiva.
Y en las actuales circunstancias es bastante probable que la compañía decida redirigir parte de estos fondos.
"Puedes imaginar que van a buscar maneras de cortar gastos e inevitablemente el deporte estará en la mira", declaró a la agencia Reuters Simon Chadwick, profesor de Estrategia de Negocios y Marketing en el Deporte de la Universidad de Coventry.
EL COSTO DEL ESCÁNDALO
La trampa para ocultar las emisiones contaminantes de sus vehículos le está costando a la compañía miles de millones de dólares, que perdió unos US$29.000 millones en la bolsa de valores en dos días.
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A esto se suma la multa a la que se podría enfrentar en Estados Unidos, que según calcula la Agencia de Protección del Medioambiente de EE.UU. (EPA) ascendería a unos US$18.000 millones.
Si se le agrega el monto que la propia compañía anunció que reservará para cubrir parte de los costes del escándalo, así como "otros esfuerzos para ganar de nuevo la confianza de nuestros consumidores", no cabe duda que Volkswagen deberá revisar muy bien de dónde obtendría el dinero.
"Cuando una compañía está en problemas financieramente es normal que el gasto en marketing esté en la parte de arriba de la lista de cosas a recortar", dijo Andre Buehler, director del instituto alemán de Marketing Deportivo.
LA CAÍDA DE WINTERKORN
La renuncia del director ejecutivo de Volkswagen AG, el británico Martin Winterkorn, también significa un golpe para los programas deportivos.
Winterkorn, confeso aficionado al fútbol, fue uno de los principales defensores en la fuerte inversión de la compañía en el deporte.
Y el directivo no sólo dio su visto bueno para aumentar el presupuesto anual del Wolfsburgo, que se calcula está en unos US$100 millones anuales, sino que él mismo forma parte de la junta del Bayern Múnich.
Chadwick considera difícil que el grupo decida cortar su vínculo con el Wolfsburgo, equipo fundado por trabajadores de la fábrica de Volkswagen en esa ciudad alemana.
"Una de las cosas en la que el fútbol te beneficia es que atrae a los aficionados y crea ese vínculo con la gente que al final será la que te compre los vehículos", explicó el profesor de la Universidad de Coventry.
"Y abandonar equipos o comunidades sería contraproducente y podría dañar todavía más la imagen de la marca".
Pero, en las actuales circunstancias, la inversión de la empresa tendrá que hacerse con más cuidado.
¿FRENO EN EL AUTOMOVILISMO?
El sector que podría sufrir el recorte más grande es el del automovilismo deportivo, en el que el Grupo Volkswagen se ha convertido a uno de los principales protagonistas.
La marca VW conquistó la semana pasada su tercer campeonato mundial de rally, tanto en constructores con su modelo Polo, como de pilotos con el francés Sebastian Ogier.
Porsche, por su parte, conquistó este año la legendaria carrera de las 24 Horas de Le Mans, desbancando a su prima Audi, que ha ganado 13 de las últimas 16 ediciones (otro miembro de la familia, Bentley, ganó en 2003).
Ambas marcas se disputan el título en el Campeonato Mundial de Resistencia.
El grupo también tiene una fuerte presencia en el popular campeonato de turismo alemán (DTM), con su marca Audi, y en las categorías de turismo de resistencia (Bentley, Lamborghini y Audi), en rally (Skoda) y en los mundiales de motociclismo MotoGP y Superbike (Ducati).
A esto se suma su presencia en numerosos campeonatos regionales y nacionales alrededor del mundo como la Fórmula 3 en Europa o el TC2000 en Argentina.
Y, por último, también habrá que ver qué pasará con las conversaciones que mantuvo Volkswagen para supuestamente adquirir la escudería RedBull para incursionar en Fórmula 1, negociaciones que habría liderado Winterkorn.
Es momento de decisiones para la fabricante de automóviles más grande del mundo.