Al ser consultado sobre los efectos de la elección de Donald Trump y el ‘brexit’, Ken Allen, CEO mundial de DHL Express, asegura que no hay de qué preocuparse. “Todos necesitan comprar cosas de otros países, si no fuera así, no podríamos comer ni siquiera plátanos en el Reino Unido”. Para él, la globalización no va a parar y el e-commerce es el futuro del comercio global.
—En América, ¿cuál es el país que más crece en términos de e-commerce?
Además de México, Colombia, Chile y Argentina –que está haciendo grandes esfuerzos por mejorar su regulación– registran buenos crecimientos. La gente tiene que ver el e-commerce como una oportunidad, no como un riesgo, porque puede impulsar el comercio global en el futuro.
—¿Cuándo cree que esto pueda consolidarse?
Creo que esto ya está empezando. El B2C, que crece entre 12% y 15% anualmente, está impulsando el crecimiento mundial, ya no el B2B. Con el APEC queremos que los gobiernos vean esta oportunidad y animen a las pequeñas empresas a participar del mundo digital. Muchos de los acuerdos de comercio están centrados en los grandes países y compañías, pero hoy en día cualquiera puede ser global. Internet debería ser un derecho básico humano.
—¿Por qué el APEC puso tanto énfasis en invertir en conectividad?
Es un problema que las personas no estén conectadas. Si una persona tiene una buena idea, nunca podrá mostrarla al mundo si no tiene Internet. Muchos se preocupan del tema de los costos pero quizá ese no es el problema. Cuando la gente entiende que hay un mercado allí afuera al que pueden llegar, estará dispuesta a pagar. Hay que concentrarse en otras cosas.
—¿En cuánto tiempo cree que podamos ver una consolidación de esta conectividad?
En algunos países está siendo muy rápido, pero olvidémonos de Europa y América por un momento. Mira a China. Hoy, Alibaba hace más de 60 millones de transacciones al día, de las cuales la mayoría se realiza mediante un smartphone. Si la India hace lo mismo, se nos viene una ola más enorme. Quien no se suba se quedará atrás.
—En el Perú, más del 90% de las empresas son pequeñas y medianas.
Las grandes empresas saben todo del comercio internacional, tienen grandes departamentos que se encargan de todo. Pero si eres una pequeña start-up, todo toma tiempo. Hace cinco años, cuando David Cameron era primer ministro del Reino Unido, decidió apoyar a los pequeños negocios, tanto en capacitación como en financiamiento, y las puso en el mercado global. Funcionó muy bien.
—¿Cuán importante es, entonces, bajar los costos?
Creo que es algo que siempre la gente mira. Primero, hay que unir plataformas. Gran parte del e-commerce está siendo impulsado por la clase media, que algunas veces está dispuesta a pagar un precio premium. Quiero hacerte una pregunta, ¿tienen zonas de fabricación libres de impuestos, donde se pueda traer el material y hacer la conversión en productos terminados y luego reexportar? ¿Quizá cerca del aeropuerto?
— No.
Bueno, sería una gran idea que lo tuvieran. Panamá, por ejemplo, lo tiene, lo que explica gran parte de su desarrollo.