Importaciones Hiraoka
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Marcela Mendoza Riofrío

aprobó hoy las "Normas para la Prestación del Servicio de Televisión de Paga” que incluyen la prohibición a los operadores de de vender o alquilar los decodificadores. La propuesta surgió ante el pedido de algunas asociaciones de consumidores, quienes consideraban que se estaba dando un cobro excesivo en su comercialización.

La medida causó polémica en febrero cuando el organismo regulador la sometió a debate, pues la medida gira en torno a la forma de comercialización de los equipos necesarios para brindar un servicio.

En ese momento se presentaron dos posturas antagónicas.

Por un lado están quienes consideran que el operador debe dar sin cobro adicional todos los elementos requeridos para utilizar los servicios. Por otro tenemos a quienes establecen que no está permitido por ley a los concesionarios cobrar como parte del servicio un equipo como el decodificador, y por tanto debe ser facturado en forma independiente.

Por definición, el decodificador es un equipo usado para convertir un mensaje que llega en unos y ceros en una imagen de video que pueda ser apreciada en el televisor. No basta con trasmitir o recibir una señal digital, se necesita traducirla para poder verla en el televisor. Y por razones estrictamente técnicas, no todos los decodificadores sirven para todas las señales.

Hay distintos estándares (al menos cuatro) en los que se elabora el mensaje y se necesita un tipo especial de decodificador para cada emisor. Cada operador decide qué estándar usar y sus clientes solo podrán recibir la señal bajo esa tecnología.

Los decodificadores no son un producto que puede importar un distribuidor y vender abiertamente al público, porque podrían ser usados en forma ilícita (piratería o incumplimiento de las normas vigentes). Solo es viable vender los japoneses/brasileños porque esos se usan para procesar la señal gratuita. Para la son los mismos operadores quienes importan los equipos que requieren y ellos se encargan de darlos a sus clientes.

Esa es la gran diferencia con los routers, que son aparatos usados para recibir y distribuir en las casas la señal de Internet. Los routers y demás equipos de conectividad se venden en gran variedad de diseños, tamaños y marcas. Unos mas potentes que otros, pero con una misma función básica.

Los routers los compran por lo general las empresas para equipar su red o ampliar la llegada de la señal al interior. Si uno contrata el servicio de Internet, puede usar el router que entrega el operador o cambiarlo por uno comprado en una tienda de electrónica, pues son de estándares abiertos y programables a gusto del cliente.

LA POLÉMICA
Según Afin, la ley de telecomunicaciones no permite que el concesionario que te vende el servicio te ofrezca como parte del cobro de instalación el costo de un equipo que no sea parte de la red. El decodificador, resaltaron, no es parte de la red y su costo debe ser facturado como un adicional.

Según las asociaciones de consumidores, el decodificador es indispensable para recibir la señal y por tanto no debe ser considerado fuera del costo del servicio, sino que debe ser gratuito, como un elemento más de todos los necesarios para llevar la señal, lo cual incluye desde routers y amplificadores hasta la fibra óptica y el cable coaxial.

La propuesta de prohibir su venta o alquiler, según Afin, no garantiza la reducción de costos, porque el decodificador no será regalado, sino que solo se trasladaría su cobro a la instalación, lo cual además sería contrario a la ley. Lo ideal, recalcaron, es buscar una solución regulatoria alternativa que atienda los pedidos del mercado y ayude a optimizar costos sin intervenir directamente en las tarifas.

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