(Bloomberg). La falta de ideas de un líder de la tecnología es algo triste de presenciar. Los ejecutivos intentan hacer todo bien y usar las palabras de moda, pero los números muestran una tendencia perturbadora y los competidores van muy por delante con innovaciones reales que se pueden ver y tocar. Esto le está pasando Apple.
El martes, Apple dio a conocer sus resultados del tercer trimestre fiscal. El ingreso interanual cayó 14,6%, y la utilidad neta bajó 27%. Incluso la enorme reserva de efectivo de Apple se redujo, en tanto que la deuda –que Apple usa para transferir sus ganancias del extranjero a EE.UU.– creció en US$5.000 millones.
Las ventas del iPhone cayeron 23,3% en comparación con las del mismo trimestre del año pasado –y estas últimas representan el ingreso principal de la compañía con 56,8%.
El crecimiento en servicios –18,8% interanual– anunciado por el CEO, Tim Cook, durante el informe de resultados –compensa en poco la caída. Apple vendió casi US$6.000 millones en servicios en el último trimestre y US$24.000 millones en iPhones, así que la escala no es comparable.
Las ventas en China, la mayor fuente de crecimiento de Apple en años recientes, han caído 33% interanual, más que en cualquier otra región. “Enfrentamos algunos desafíos”, escribió Cook.
“Un desastre” sería una mejor descripción. En realidad, no es consecuencia de una situación cambiaria adversa, una desaceleración en la economía china o cualquier otro factor más allá del control de Apple. La compañía está perdiendo competitividad en software y en hardware, y sus concesiones en la comercialización de los smartphones
–como el lanzamiento del iPhone SE, que Cook llamó todo un éxito– están haciendo poco para frenar la caída.
En hardware, Apple está perdiendo frente a Samsung, una compañía cuyas ganancias se incrementaron 17% interanual gracias a las fuertes ventas de sus teléfonos Galaxy S7 Edge y el Galaxy S7. Samsung tuvo problemas el año pasado después de que Apple le copiara produciendo un teléfono con pantalla más grande, pero luego se recuperó con una pantalla curva y mejores especificaciones. También, simplificó su línea de productos y disminuyó los costos.
La ventaja que tiene Samsung sobre Apple es principalmente en hardware. Es el líder global en pantallas de alta gama, y sus teléfonos usan tecnología de display más avanzada que los iPhone. Apple comprará a Samsung sus paneles OLED (diodos orgánicos emisores de luz) a partir del 2017, pero Samsung será el primero que se beneficie de cualquier avance tecnológico –por ejemplo, Samsung está trabajando en hacer esas pantallas flexibles, y después, plegables.
Samsung y otros fabricantes de teléfonos inteligentes están trabajando estrechamente con Google en su plan para convertir los teléfonos móviles en dispositivos de realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA). Los equipos insignia de Samsung ya se pueden transformar en cascos de RV, y estas capacidades serán potencializadas con funciones que se están preparando para la nueva versión de Android, el sistema operativo de Google, que está actualmente disponible en versión beta. Lenovo desarrolló un teléfono RA, y planea lanzarlo pronto.
¿Teléfonos plegables con capacidades de RV y RA? No los espere de Apple aún. Cuando se le preguntó a Cook sobre realidad aumentada en la conferencia sobre los resultados trimestrales de la empresa, su respuesta fue vaga: “La RA puede ser increíble. Y hemos invertido y seguiremos invirtiendo mucho en esto. Le estamos apostando fuerte a largo plazo. Creemos que son cosas fabulosas para los clientes y una oportunidad comercial importante”.
Los planes de Google son mucho más específicos, y hay productos reales unidos a ellos. Cook no solamente está siguiendo la tradición de Apple de no hablar mucho acerca de dispositivos que aún no ha lanzado, sino que no tiene mucho qué decir. Cook anuncia pequeñas mejoras o avances que Google ya ha hecho anteriormente, como si esto pudiera hacer una diferencia para la compañía.
La razón por la que Apple quedó rezagado es que por años ha invertido menos dinero en investigación y desarrollo que su competencia. La compañía ha intentado emparejarse recientemente, pero todavía no lo consigue.
Quedarse dormido en sus laureles puede ser peligroso para cualquiera en la industria, pero esto puede conducir a feos resultados en el sector. Esperar a que los rivales desarrollen nueva tecnología, padezcan los errores iniciales y los corrijan antes de sacar un producto sin errores podría ser una buena estrategia, y le ha funcionado bien a Apple.
Pero la competencia puede ser menos amable en un futuro. Y no va a permitirle a Apple quedarse con casi todas las ganancias de nuevo, como lo ha hecho en el mercado de los teléfonos inteligentes. La siguiente fase de la revolución móvil está sucediendo en otros lugares, y Apple tendrá que luchar por ponerse al día, a pesar de sus enormes recursos financieros.