Con una demanda en constante crecimiento, todo haría suponer que el Icpna se encuentra en un buen momento para apostar por la apertura de nuevas sedes, pero con un tipo de cambio al alza, han empezado a replantear sus planes. Así lo cuenta el gerente general de la institución, Percy Canales.
Después de su ingreso a Pucallpa, ¿inaugurarán más sedes?
Todavía tenemos planes, pero van a tener que esperar porque el tipo de cambio está subiendo. Eso nos hace repensar nuestros planes, porque tenemos obligaciones en dólares y la moneda pasó de S/.2,85 a casi S/.3,30, lo que se convierte en una preocupación tremenda.
Y como de alguna manera tenemos que eliminar gastos, los proyectos que teníamos comprometidos tienen que esperar. No hay otra salida. Esperemos que el nuevo gobierno nos dé tranquilidad y un poco de entusiasmo para seguir adelante.
Entonces, ¿los planes se retomarán a partir del 2016?
Sí. En este momento tenemos cerrado lo de Surco (S/.27 millones) y Pucallpa (S/.1,5 millones), y en enero llegaremos a Huaraz, pero nuestro arribo a dos regiones del sur será para el 2017 y 2018.
El incremento del tipo de cambio ha tan sido dramático para ustedes.
Es preocupante, porque tenemos obligaciones en dólares. Por eso nos hemos visto obligados a retrasar nuestros proyectos, porque la situación, de verdad, es preocupante.
En Lima pensaban llegar a San Juan de Lurigancho (SJL), Puente Piedra y Chorrillos. ¿Cómo quedó eso?
En Chorrillos hemos hecho otro replanteamiento precisamente por el tipo de cambio. Lo de SJL también está en ‘stand by’ por el mismo tema, así que esperaremos a que llegue el nuevo gobierno.
¿Estos distritos eran una posibilidad o ya habían comprado los terrenos?
Estaba bien conversado. Es más, las entidades financieras han tomado sus medidas, y eso también hizo que replanteáramos bien las cosas.
Más allá de los bancos, ¿no han visto en los fondos de inversión una alternativa de financiamiento?
La verdad, nosotros tenemos mayor seguridad y tranquilidad con los bancos. Nos han tocado las puertas y como no los conocemos, no queremos tener problemas. En ese aspecto somos más conservadores.
Además de las dos regiones del sur, ¿qué otras provincias les interesan?
Además del norte chico, fuera de Lima nos interesan Tumbes, Apurímac y Amazonas.
Con estos replanteamientos y próximos a cumplir 80 años en el 2018, ¿con cuántas sedes esperan cerrar hacia esa fecha?
Por lo menos con 12.
¿Cuánto han proyectado invertir para ello?
Volveremos a calcular el monto más adelante, porque tal y como está la economía, nos asusta. Queremos un poco más de tranquilidad para ver las proyecciones.
Pero, en promedio, ¿cuánto es lo que invierten por sede?
Más o menos entre US$8 y US$10 millones.
Aparte del tipo de cambio, la competencia también ha crecido. ¿Cómo están haciéndole frente?
Para poder diferenciarnos, hemos obtenido la acreditación internacional de The Commission on English Language Program Accreditation (CEA), que no la tiene ningún otro instituto.
Pero, además de los institutos tradicionales, la enseñanza online ha ingresado agresivamente.
En ese caso, la seguridad es nuestro principal atributo, porque sabemos de casos que frente a un reclamo en Indecopi no han tenido solución, porque la institución no tiene sede acá.
¿Les han restado alumnado?
No. Nosotros crecemos a un promedio de 8% a 10% anual y seguimos así.
Lejos de las elecciones y del tipo de cambio, ¿qué tendría que pasar para que retomen sus planes?
A todos los sectores nos interesa la tranquilidad y según eso nos podemos proyectar. Nadie en su sano juicio puede decir que va a hacer algo en estos momentos; lo hemos visto con las empresas mineras. Nuestro plan es apostar por la tranquilidad y no comprometernos para no tener problemas después.
¿Van a cerrar en rojo el 2015?
No tanto, pero tampoco es lo que habíamos proyectado. El tipo de cambio ha afectado nuestras proyecciones.