Aunque hoy comenzó a operar, la primera tienda de Tiffany & Co en el Perú ya contaba con pedidos de compra previos. Jack Gomberoff, gerente general de G&G Joyeros y socio commercial de la marca de lujo en nuestro país, asegura que Tiffany no es una marca inaccesible.
¿Cómo fue el proceso de traer la marca al mercado peruano?
Tiffany ha entrado con tiendas propias en América Latina. Tomar una franquicia con ellos es algo raro para la marca, lo que nos enorgullece porque lo hacen con ‘partners’ muy selectos. Si bien es cierto la tienda demoró en abrir [se anunció que inauguraría en diciembre del 2016 o febrero de este año], de todas maneras hemos logrado este objetivo en tiempo récord. Hace dos años iniciamos las conversaciones, pero una tienda toma casi tres años en ser construida.
Fuimos muy optimistas. Si pensábamos que sabíamos abrir una tienda, porque hemos abierto 15 en el mundo, Tiffany nos ha enseñado sobre niveles de calidad, de compromiso y profesionalismo. Nos ha servido muchísimo. Tomamos la decisión de no abrir en Navidad del año pasado, justamente por no comprometer un solo material de la tienda. Cada foco, cada plancha de mármol, cada pedazo de manera fue hecho en el extranjero.
¿Es una marca muy quisquillosa?
Es muy exigente, con estándares es muy altos. Han venido equipos técnicos del extranjero para instalar [la tienda]. Hemos tenido un equipo local muy fuerte ayudando, pero todo vino de afuera. Eso fue lo que retrasó el proceso. Tratamos de ser optimistas para San Valentín, pero finalmente, por más que hubiéramos podido abrir en marzo, decidimos esperar al Día de la Madre.
¿Cuánto esperan recaudar por esta campaña? El peruano compra siempre a último momento.
No me atrevería a decirte un monto, pero tenemos la tienda abastecida al 100% con un equipo de ventas triplicado por la campaña. En el primer año de actividad esperamos vender US$4 millones.
¿No es una cifra muy optimista?
No. Conocemos el mercado a la perfección. La expectativa que ha generado la tienda es enorme. [En América Latina], Chile no es un referente ideal, porque lo superamos en todos los temas de lujo. El Perú tiene un consumo mucho mayor de lujo que Chile. Nos acercamos más a Colombia en ese aspecto.
¿Ya tienen pedidos de compra?
Sí, mucha gente he hecho separaciones. El 30% de nuestro día recibimos fotos con preguntas “¿tienes esto?, sepáramelo”. Para este viernes [hoy] y sábado, ya tenemos citas programadas. Tenemos también decenas de miles de pedidos por redes sociales.
¿Cuál es el ticket promedio?
Con esto quiero romper el mito de que Tiffany es una marca inaccesible. Los precios no son exorbitantes, son justos para la calidad que maneja la marca. Los precios en la tienda comienzan en US$200 y se van hasta los US$180 mil en esta primera colección que hemos traído. Entre el 60% y el 70% de la colección de la tienda varía entre los US$400 y los US$7.000 – US$8.000. El 20% de la colección actual son las alianzas en platino (anillos de compromiso).
¿Cuál ha sido la inversión de esta boutique?
La inversión superó los US$2 millones. Pudo haber sido menos, pero decidimos no escatimar en ningún detalle. Se alargó el tiempo y los costos, pero hoy nuestro objetivo es recuperar la inversión lo más pronto posible.
¿Cuáles son los planes a largo plazo de la marca? ¿Abrirán una segunda tienda?
No tenemos planeado abrir otra tienda. En cuanto a la expansión de la marca, puedo decir que somos un franquiciatario, y trabajamos rigurosamente con lo que Tiffany determina. Si mañana la marca decide expandir sus estrategias de venta, iremos de la mano con eso. Hay muchas colecciones que van a ser lanzadas pronto. Una de ellas es HardWear, cuya imagen es Lady Gaga. Esta también llegará al Perú.
El mercado se va a concentrar, básicamente, en Lima.
Sí, aunque hay mucha clientela en provincia, [la tienda se centrará en el mercado limeño].
¿Cómo han reaccionado los competidores locales con la llegada de Tiffany?
Nuestros colegas joyeros se han puesto nerviosos por la llegada de la marca, pero hay mercado para todos.
¿Cuánto ha sido la inversión publicitaria inicial para la marca?
Fue una inversión combinada, entre el Perú y la central de Tiffany. No puedo decir el número invertido hasta ahora, pero la inversión publicitaria planeada para todo el año oscila entre los US$300 mil y los US$400 mil. Nos concentraremos en publicidad gráfica –revistas de ‘lifestyle’, actualidad y negocios- y redes sociales.
A Tiffany no le fue bien el año pasado, según sus reportes de ventas. En general, fue un mal año para el mercado de lujo. ¿Es una estrategia de la marca abrir nuevas tiendas para mejorar sus números?
No puedo responder a nombre de Tiffany, pero hoy representamos más de 50 marcas de lujo. No hubo una sola marca en el mundo que no sufriera un remesón el año pasado. Esto se debió a tres factores. El primero fue la caída del mercado chino, que para algunas marcas representa el 30% y para otras el 50% del consumo mundial. En China hubo una ley anticorrupción, que prohibía los regalos, lo que hizo que automáticamente cayera el mercado de joyas y relojes. Lo segundo fue el miedo ante el terrorismo en Europa, lo que frenó el turismo, y especialmente, el turismo chino. Lo tercero fue la convulsión en el medio oriente. Son grandes clientes, por lo que pequeños movimientos afectan el consumo mundial.
CONOCE LA PRIMERA TIENDA DE TIFFANY & CO EN EL PERÚ
Lee más noticias de Economía en...
Conciertos: Conoce los que se realizarán este año en Lima https://t.co/jVrc3sOMGB— Economía El Comercio (@EconomiaECpe) 12 de mayo de 2017