Esta semana, Fitch mejoró la perspectiva de la deuda de Volcan, dando una señal de que la minera peruana comenzará con buen pie el 2017 gracias a su fuerte ajuste financiero y al rebote del zinc y la plata, sus principales metales. Un buen momento, entonces, para que Ignacio Rosado, su gerente general, rompa con su habitual perfil bajo y converse en exclusiva con El Comercio.
¿Qué cambios ha hecho la empresa este año?
Hemos tenido una crisis de cuatro años por la caída de los precios de la plata y del zinc. Todas las empresas nos hemos ajustado para mejorar la generación de flujo de caja y mantener la rentabilidad de cada mina con la seguridad adecuada. En nuestro caso, hemos bajado el costo promedio de producción de US$75 por tonelada a US$50. Esto significa ahorros por más de US$100 millones anuales, a los que se suman más de US$60 millones en racionalización de inversiones operativas. Ahora los precios empiezan a subir y esa tendencia coge a una empresa que se reinventó.
¿Qué tan doloroso fue el ajuste?
Muy doloroso. En un momento llegamos a tener 15.000 trabajadores y hoy estamos en 10.500. Pero también tomamos otras medidas. Por ejemplo, buscamos métodos más masivos para explotar las minas reduciendo costos fijos, revisamos todos los precios unitarios de contratistas y priorizamos las inversiones en el mantenimiento de las minas. Hemos fortalecido mucho el control de hasta el último dólar que se gasta en la mina.
Ahora que los precios de los metales suben, ¿qué asegura que este control no se relaje?
Los gerentes de operaciones de cada mina saben el flujo de caja que tienen que dar a unos precios dados y sus niveles de costos se controlan semanalmente. Las inversiones se controlan a mi nivel y del directorio. En Volcan, los costos e inversiones son previsibles. Lo imprevisible son los precios y por esos los proyectamos de forma conservadora. El upside se lo damos al inversionista.
¿Cómo se maneja el ánimo de la empresa en las etapas más graves de la crisis?
Ha sido una crisis difícil de leer, pues no sabíamos cuándo los precios iban a tocar fondo. Los puntos más críticos fueron en diciembre del 2015 y enero de este año. Tengo reuniones mensuales en cada una de las operaciones, en las que vemos cuatro temas, incluso con reconocimientos: seguridad, resultados financieros de toda la empresa y por operación, mejoras continuas, y clima laboral. Con eso generamos una conciencia en las 10.000 personas que trabajan aquí. Si me preguntas si un operario en Andaychagua sabe lo que quiero de él, yo te respondería que sí.
Ustedes tienen un caso atípico en la minería peruana: cerrar una operación como Cerro de Pasco, que se ubica en una comunidad prominera.
No es que estemos cerrando esta operación exactamente. Lo que está parado hoy es el “Cerro de Pasco original”: el tajo y la mina subterránea. Pero en la ciudad también tenemos una planta que procesa óxidos de plata y que camina muy bien, y dos plantas adicionales en las que también podemos procesar mineral gracias a los precios actuales. Además, tenemos opciones de crecimiento que nos podrían permitir ampliar nuestra presencia allí. Por otro lado, Cerro de Pasco es una ciudad que reconoce el aporte de la minería, pero ya tiene otras actividades económicas importantes.
El presente de Volcan son las unidades de Chungar y Yauli. ¿Cuál es el futuro?
Chungar y Yauli son los pulmones de la empresa, dos activos muy generosos geológicamente y con producción estable. Nuestro objetivo es asegurar que se mantengan en el largo plazo. Sobre esas anclas viene Alpamarca, que tiene dos proyectos importantes de exploración que pueden convertirla en un tercer pulmón. Para el futuro, tenemos un proyecto polimetálico, Palma, que puede ser transformacional, pues podría implicar entre 20% y 25% más de producción de zinc y de plomo. También tenemos prospectos importantes de cobre que queremos explorar para ver de qué tamaño son y, en función de eso, decidir si los desarrollamos solos o en asociación con algún jugador grande del mundo, a la manera de Buenaventura con Cerro Verde.
Cuando se pregunta en el mercado por qué la acción de Volcan está tan castigada comparada con empresas similares, una respuesta suele ser que es por su gobierno corporativo.
No es una percepción justa. Lo que te puedo decir como gerente general, con mucha transparencia y no para la foto, es que los accionistas representados en el directorio están abocados a que todo lo que te he comentado se dé y a que el precio de la acción refleje el valor de la compañía. Para mí, mejor gobierno corporativo que ese no hay.