El pasado 20 de mayo, el Concejo Metropolitano de Lima aprobó la propuesta del alcalde Jorge Muñoz sobre los peajes. (Foto: GEC)
El pasado 20 de mayo, el Concejo Metropolitano de Lima aprobó la propuesta del alcalde Jorge Muñoz sobre los peajes. (Foto: GEC)

El en una infraestructura vial es el pago por el servicio que presta dicha obra y que permite al operador recuperar la inversión (con un margen de utilidad), así como los gastos de operación y mantenimiento de la misma. Los que pagan el peaje son los usuarios de la infraestructura. 

Alternativamente, la construcción de una obra vial puede financiarse con los impuestos de los ciudadanos. El costo de operación y mantenimiento de dicha obra también tendría que ser pagada con ingresos municipales. Municipios con una baja recaudación no pueden financiar grandes obras. Obras cuyo presupuesto además compiten con otras inversiones en salud, educación, seguridad ciudadana, limpieza, parques y jardines, etc., que forman parte del presupuesto municipal. Por ello, los municipios también cobran peajes en sus vías como el caso de Emape en Lima. Además, cuando se financia una vía con recursos municipales, los impuestos de los vecinos que nunca usen la vía son dirigidos hacia una obra que probablemente no hubieran priorizado si se les hubiera consultado.  




En casos de escasos recursos municipales, se puede dar en concesión a un privado la construcción y operación de una infraestructura necesaria y urgente. Si la obra de infraestructura vial es efectivamente necesaria, entonces los usuarios preferirían usarla pagando el peaje a consumir más tiempo en tráfico. Una obra necesaria y bien planeada incrementa el bienestar de los usuarios. Estos conceptos son importantes para analizar las concesiones viales en Lima Metropolitana, donde hay evidencias de que existió corrupción. Al parecer, se han inflado los costos de las obras. 

Sin embargo, las obras existen, operan de acuerdo con los estándares de servicios contractuales y son usadas intensivamente por los usuarios. Con lo cual el pago de peaje es válido. Por los temas de corrupción se puede cuestionar si el monto del peaje es adecuado, pero de ninguna manera su existencia. Habría que revisar en cuánto fueron inflados los presupuestos de construcción o de operación y mantenimiento para ver si hay un ajuste que hacer al peaje. Lo que no tiene sentido es pensar en llevar el peaje a cero. 

En el corto plazo eso puede traer rédito político, pero en el largo plazo la vía se va a deteriorar y dejará de prestar su servicio adecuadamente. Esta película ya la hemos visto varias veces en nuestro país y conocemos el triste desenlace. Infraestructura deteriorada. Es mucho más caro reconstruirla que haberla mantenido adecuadamente. Además, dejar de pagar el peaje implicaría que el municipio ya no podría usar concesiones y tendría que limitarse a pagar el desarrollo de infraestructura futura de su presupuesto o a endeudarse. 

No olvidar tampoco las demandas que harían los actuales concesionarios por rompimiento unilateral del contrato. Peajes adecuados sí, pero no cero.

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